En una apuesta por construir paz desde los territorios, el Departamento Administrativo de la Función Pública lidera jornadas pedagógicas en los municipios de Ocaña y Hacarí, Norte de Santander, para orientar y acompañar a los nuevos promotores del Servicio Social para la Paz, una estrategia transformadora que ofrece a los jóvenes una alternativa al servicio militar obligatorio.
El Servicio Social para la Paz, impulsado por el Gobierno del Cambio, busca fortalecer procesos de reconciliación, convivencia, no estigmatización y desarrollo comunitario a través de la participación activa de hombres y mujeres entre los 18 y 24 años, quienes asumirán un rol protagónico en la promoción de la paz territorial.
Una alternativa civil con enfoque transformador
La iniciativa contempla 11 modalidades, y una de las más importantes está a cargo de Función Pública: la promoción de la política pública de paz, reconciliación y no estigmatización. Esta modalidad busca transformar realidades en contextos históricamente afectados por la violencia, como la región del Catatumbo.
En el marco de su visita, la entidad busca también articular esfuerzos con alcaldías, instituciones educativas y organizaciones comunitarias, para asegurar una implementación efectiva y contextualizada del programa.
Ocaña y Hacarí, municipios clave en la estrategia
Ambos municipios fueron seleccionados por su relevancia en los procesos de construcción de paz. En estas zonas ya se realizó la etapa de convocatoria a finales de 2024, y en 2025 se avanza en la inscripción, formación y selección de los jóvenes promotores que asumirán este reto social.
La presencia institucional de Función Pública no solo fortalece la confianza ciudadana, sino que reafirma el compromiso del Estado con una paz duradera que involucre a la juventud como agente de cambio.
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