Desde que se han levantado las medidas para evitar el contagio de Covid-19, han sido muchas las personas que han decidido optar por nuevas formas para emprender y generar nuevos ingresos. Esto, debido a que durante el confinamiento el número de personas que perdieron sus empleos incrementó exponencialmente. Al suceder esto, fueron muchos los que decidieron empezar su propio negocio para no tener que depender de una única fuente de ingresos.
Para que las personas decidan emprender, es necesario que cuenten no solo con la idea de negocio, sino también con el capital necesario para desarrollarla. Esto, provocó que la solicitud de productos financieros como créditos en línea incrementara hasta la fecha, ya que una de las opciones más rápidas para obtener el capital necesario para empezar a emprender es a través del financiamiento en línea.
La realidad de los productos financieros es que, si se utilizan sabiamente, pueden ayudar en gran medida a fortalecer las finanzas de la persona que los solicite. Por supuesto, siempre se deben conocer las opciones disponibles del mercado, ya que puede que existan ofertas en línea más ventajosas que otras. Para ello, la elección debe hacerse a través del apoyo de plataformas llamadas comparadores financieros que ya tengan cierto nivel de reconocimiento como, por ejemplo, Moneezy.
Desde mediados del 2020 e inicios del 2021 se ha visto un incremento importante en la solicitud de productos financieros y en la cantidad de modelos de emprendimiento. Muchas personas aprendieron a reinventarse ya que, a pesar de haberse enfrentado a una situación económica y social deplorable, se vieron en la necesidad de superar rápidamente impedimentos económicos para poder correr con gastos personales y familiares. De este modo, los créditos y préstamos en línea no solo sirvieron de apoyo para aquellas personas que deseaban emprender durante la pandemia. También, sirvieron de ayuda para aquellas personas que se quedaron sin la opción de realizar trabajo remoto o sin una fuente de ingresos. Esto debido a que las entidades prestamistas ofrecían facilidades para las personas que querían solicitar préstamos y créditos durante la pandemia. Las facilidades se basaron en la reducción de intereses o el poder obtener el primer producto financiero sin intereses.