Debido a la pandemia, todo lo que tiene que ver con el comercio electrónico despegó y alcanzó niveles de uso nunca antes vistos. Esto ha permitido que cientos de personas vean en miles de plataformas digitales la mejor manera de simplificar sus vidas de manera ágil y segura, realizando movimientos tan sencillos como solicitar un domicilio hasta grandes transacciones bancarias y de inversiones. Sin embargo, este auge también permitió la proliferación de los delitos informáticos entre ellos el carding, que ha implicado millonarias pérdidas para sus víctimas.
Con el furor de esta revolución digital, los riesgos de hurto de nuestra información personal y financiera han aumentado de manera exponencial, debido a la gran vulnerabilidad que existe en Internet y al desconocimiento de las mínimas normas de seguridad por parte de los usuarios.
A continuación, les explicamos qué es el carding, uno de los delitos cibernéticos más usados en estos días y cómo podemos prevenir ser víctimas de él.
¿De qué se trata el carding?
Se le conoce como carding al delito en forma de fraude que se ejecuta de manera online. En esta modalidad un atacante cibernético puede acceder a nuestra información personal y de tarjetas de crédito a través de las plataformas digitales.
Este delito es cada día más común y el objetivo de los delincuentes cibernéticos es robar la información de nuestras tarjetas de crédito para después hacer transacciones en Internet sin nuestro consentimiento. Por lo tanto, se constituye como un robo de identidad.
Una de las estrategias mas comunes de estos piratas cibernéticos es realizar transacciones iniciales de poco monto económico para que pasen desapercibidas ante el titular de la tarjeta hasta llegar a hacer unas de mayor valor.
A continuación, te explicamos las formas más comunes en que los delincuentes extraen tu información y hacen uso de ella. Así pues, podrás prevenir a futuro ataques que afecten tus finanzas.
- Por Internet:
Es el más común y se da por medio de mensajes o emails. Los atacantes cibernéticos usan correos que han sido suplantados y con logos e imágenes corporativas de los bancos engañan al titular de la cuenta, que de manera confiada suministra información vital de seguridad, como el número de la tarjeta y digito de seguridad.
- Por teléfono
Se trata de falsos operarios que suplantan entidades bancarias y ofrecen promociones son irresistibles para el titular de la tarjeta, por lo que termina suministrando su información personal y de seguridad.
- Phishing
Este delito digital consiste en que los delincuentes crean sitios falsos muy llamativos para ganarse la confianza del titular de la tarjeta incitándolo a realizar una transacción que implica suministrar toda su información de seguridad.
- Virus o Malwares
Por medio de esta estrategia los delincuentes instalan virus en los computadores, smartphones u otros dispositivos donde tengamos almacenada nuestra información de seguridad. Luego, por medio de estos virus se extrae nuestra información y se envía a los atacantes cibernéticos. Por lo general estos virus que se instalan en nuestros dispositivos cuando llegan a través de correos electrónicos o mensajes de texto.
Es fundamental conocer estos tipos de estafa, ya que en esta era digital la inclusión financiera es una necesidad de todos los usuarios, que diariamente realizan transacciones comerciales y bancarias de manera digital. De esta forma, podemos ayudarlos a agilizar sus vidas y obtener mayor seguridad.
Al conocer e informarnos sobre estos tipos de estafas, podemos prevenirlas y evitar pérdidas grandes de dinero que podrían implicar grandes dolores de cabeza o la quiebra para algunos. Los delincuentes seguirán minando con suplantaciones y estafas cada día nuestras transacciones, por lo que es necesario reforzar todos nuestros sistemas de seguridad en la red.
La red de Internet también es insegura, pero al no tener el efectivo en nuestras manos se pueden evitar los ataques que afecten nuestra integridad física, como sí sucede en los hurtos a mano armada. Es solo cuestión de conocer y realizar buenas prácticas con nuestra información personal para tener más seguridad y tranquilidad y mejorar nuestra calidad de vida.