La migraña crónica es una enfermedad debilitante que se manifiesta con dolores de cabeza agudos después de 15 días consecutivos[4]. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, afecta hasta a un 4% de la población adulta, y se cataloga como la sexta enfermedad más incapacitante en el mundo.[5]
En Colombia esta impacta a más de 5 millones de personas, 13,4% de mujeres y al 4,8% de los hombres, según las proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE)[6]. Y si bien se ha incrementado la toma de conciencia alrededor de la migraña crónica, aún existe una falta de reconocimiento y visibilidad en la sociedad, puesto que se le considera como un dolor de cabeza, sin plantearse lo incapacitante que puede llegar a ser.[7]
«Los desafíos de vivir con migraña crónica a menudo son subestimados por el público en general, e incluso por el círculo cercano de los pacientes que la padecen. Aumentar la conciencia sobre el impacto que esta tiene en la vida cotidiana es vital, y por eso se requiere un compromiso desde la comunidad científica para encontrar los mejores enfoques terapéuticos para los pacientes diagnosticados como sea posible” comentó Manuel Uribe, director médico de AbbVie para Región Norte.
La migraña crónica es identificable porque inicia con una fase premonitoria que puede presentarse 48h antes del dolor con síntomas como cambios de carácter, de apetito, fatiga, somnolencia, rigidez nucal, bostezos, o cansancio. Luego de esto, algunos pacientes presentan el “aura”, que puede afectar diferentes sentidos. Generalmente, aparecen destellos luminosos en el centro del campo de visión, que se desplazan a un lado en zig-zag.[8] Finalmente, surge el dolor de cabeza que puede empeorar con movimientos bruscos, náuseas e hipersensibilidad a la luz o a los sonidos.[9]
Este dolor punzante obliga al paciente a permanecer en lugares oscuros y silenciosos hasta que el dolor finalice. Sin embargo, después de que el dolor “acaba”, el paciente puede experimentar cansancio, dificultad para concentrarse y malestar general. Se debe tener en cuenta que los pacientes con migraña crónica tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. [10]. En esa línea, el diagnóstico temprano es fundamental para lograr una reducción en la frecuencia y la intensidad de los episodios. De esta manera, el sector de la salud invita a la población a estar atentos a síntomas de la enfermedad para acudir a los especialistas que determinarán la ruta de atención y tratamiento más oportuna.
