En el corazón de Chinácota, donde la curiosidad se mezcla con la vastedad de un bosque de 14 hectáreas, se está tejiendo una historia educativa única. Un grupo de niños y niñas, estudiantes del Instituto Técnico Agropecuario de este municipio, cada jornada recolectan plantas y hacen tomas fotográficas de especies animales que merodean en el patio de su colegio para caracterizarlas y, así, fomentar a futuro un turismo ecológico.
Su objetivo, que en su colegio se respete la maravilla de la naturaleza, y, de paso, fomentar la investigación en su comunidad, siendo un método de aprendizaje más completo y real que en el aula, comentó Saddy Berbesí, profesor de Biología, médico veterinario y zootecnista del instituto.
El profesor relató que los estudiantes se encuentran con sorpresas asombrosas cuando salen al patio de su colegio, “cada vez que llegamos a nuestro bosque volvemos y decimos: esto tiene un potencial de fauna y flora que merece ser contado. Tenemos reptiles, anfibios, variedad de aves y especies, que debemos determinar si son endémicas. Mientras investigamos, a la vez aprendemos”.
Así como el proyecto de investigación del Instituto Técnico Agropecuario de Chinácota, otras historias de estudiantes e investigaciones fueron presentadas al cierre del programa Ondas en Norte de Santander, que se ejecuta por parte de la Universidad Simón Bolívar y reveló un cambio en la forma en que educadores y estudiantes están abordando la investigación en el departamento.
Según la profesora de la Unisimón, Nidia Johana Bonilla Cruz, quien además es la directora del programa Ondas en Norte de Santander, que hace parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, se destaca la importancia de desmitificar la investigación desde temprana edad, “creemos que es algo tétrico (la investigación), muy difícil, y no es así. Hacemos investigación todos los días con nuestro diario actuar, con el diario vivir”, manifestó.
Nidia Johana Bonilla Cruz, profesora de la Universidad Simón Bolívar y directora del programa Ondas Norte de Santander. / Cortesía Unisimón.
El programa Ondas, de la mano con la Universidad Simón Bolívar, pretende que los jóvenes hablen y piensen como investigadores, y que incursionen en la investigación práctica, generando una conexión profunda entre la educación y el entorno. “Es un ejemplo de cómo la investigación puede fluir de manera natural en el día a día de la vida estudiantil, construyendo una base sólida para el amor por la ciencia”, explicó la profesora Bonilla.
En el evento de cierre, realizado en la Unisimón, los participantes compartieron con entusiasmo sus avances en investigación. Entre otros, llamaron la atención proyectos como el de la prevención del bullying, donde se establecían medidas para evitar el acoso escolar y uno sobre la producción de medicamentos ancestrales a base de las plantas de sus comunidades.
Laura Vianey Barrera, profesora del Colegio Pablo Correa León de Cúcuta, dijo que sus estudiantes se destacaron y lograron ser elegidos en Ondas gracias a un proyecto centrado en fomentar una cultura ambiental en la institución educativa. Su enfoque consiste en identificar las percepciones del colegio frente al cuidado medioambiental para establecer un precedente, de manera que se impartan actividades pedagógicas que impacten tanto a estudiantes como a sus familias.
En la Institución Educativa Nuestra Señora de la Merced, Jaime Leandro Cacua y sus compañeros, presentaron un proyecto para beneficiar a su comunidad: desarrollar una estrategia productiva para aprovechar las plantas medicinales en Mutiscua. “Decidimos hacer este proyecto porque la gente no conocía los beneficios de las plantas medicinales ni cómo podían contribuir en su economía. Queremos mejorar la salud y la economía de nuestro municipio”, sostuvo.
Jhoan Felipe Torres Zapata y Yorleida Eliana Quintero, del Colegio Marco Fidel Suárez del Zulia, proponen un proyecto basado en el pensamiento computacional y la programación para mejorar los resultados de las pruebas Saber. Torres Zapata dijo: “Queremos ayudar a que mejoren los resultados de las pruebas en nuestro municipio”.
Estos relatos no solo reflejan un cambio en la percepción de la investigación educativa en Norte de Santander, sino que también subrayan su consolidación como el camino hacia una educación más completa y orientada al futuro.
Profesores y estudiantes reconocen que la investigación no solo alimenta la mente, sino que también contribuye al bienestar de sus comunidades y al cuidado del medio ambiente.
Para Bonilla, la Feria Departamental del Programa Ondas, destaca un claro interés en proyectos innovadores. “Los educadores están tomando la delantera, reconociendo la investigación como una herramienta esencial en el desarrollo académico y personal de los estudiantes. Estos relatos no solo reflejan un cambio en la percepción de la investigación educativa en Norte de Santander, sino que también subrayan su consolidación como el camino hacia una educación más completa y orientada al futuro”.
La participación activa de los niños en proyectos de investigación no solo beneficia su desarrollo académico, sino que también moldea su visión del mundo y fomenta habilidades cruciales, señalaron los participantes. Es una oportunidad única para explorar y comprender la importancia de preservar la biodiversidad.
La investigación no sólo abre puertas al conocimiento y la creatividad, sino que también les brinda herramientas para comprender y abordar los desafíos del mundo actual. Cuando se incorpora en la educación, desde edades tempranas, no solo mejora las habilidades académicas, sino que también cultiva una mentalidad investigadora que perdura a lo largo de la vida.