La donación de sangre es un acto de solidaridad que puede salvar vidas y mejorar la salud de quienes lo necesitan. Cada año, millones de personas requieren transfusiones de sangre para enfrentar situaciones críticas como cirugías, tratamientos contra el cáncer, accidentes graves, y complicaciones del parto. La sangre y sus componentes no pueden ser fabricados artificialmente, lo que hace que la donación sea esencial para mantener el suministro necesario en hospitales y clínicas.
En Colombia, la donación de sangre sigue siendo un desafío. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), en 2023 se recolectaron aproximadamente 950.000 unidades de sangre, una cifra que representa un leve aumento en comparación con años anteriores, pero aún insuficiente para cubrir la demanda nacional. Se estima que el país requiere al menos 1.200.000 unidades anualmente para satisfacer las necesidades de transfusión. En el país, en 2004 solo el 55,5 % eran donaciones voluntarias de sangre, en 2024 ya son el 93,8%.
A nivel regional, Bogotá y Antioquia lideran en términos de donación, con el mayor número de donantes voluntarios. Sin embargo, la situación es más crítica en departamentos rurales, donde la recolección de sangre es limitada debido a factores geográficos y a la falta de campañas de sensibilización.
“Para quienes estén considerando donar sangre, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones clave: Ser mayor de edad, pesar más de 50 kg, y gozar de buena salud. No haber donado sangre en los últimos 3 meses (hombres) o 4 meses (mujeres). Consumir alimentos ricos en hierro antes de la donación para mantener buenos niveles de hemoglobina. Evitar comidas grasosas que puedan afectar la calidad de la sangre. Beber suficiente agua antes y después de la donación ayuda a reponer líquidos y prevenir mareos. Dormir bien la noche anterior a la donación garantiza que el cuerpo esté en óptimas condiciones para el proceso” afirma Javier Zorrilla Urbina, Enfermero y Especialista en Cuidado Intensivo, docente Universidad El Bosque.
Donar sangre es un acto altruista que puede tener un impacto profundo en la sociedad. Una sola donación puede salvar hasta tres vidas, ya que la sangre se separa en sus diferentes componentes (glóbulos rojos, plaquetas y plasma) para tratar diversas condiciones médicas. Además, la donación regular contribuye a mantener los bancos de sangre abastecidos, especialmente en emergencias o crisis sanitarias.
La donación de sangre es una necesidad continua y un compromiso con la vida. A través de la sensibilización y la participación activa de la población, es posible cerrar la brecha entre la oferta y la demanda, asegurando que todos aquellos que necesiten una transfusión puedan recibirla a tiempo. Este acto de generosidad no solo salva vidas, sino que también fortalece el tejido social, promoviendo una cultura de solidaridad y cuidado mutuo.