Aunque el polvo suele considerarse solo un problema estético, en realidad es una combinación de partículas microscópicas que pueden poner en riesgo la salud al ser inhaladas y quedarse atrapadas en los pulmones, afectando la respiración y aumentando las alergias y propagación de microorganismos, por lo cual es importante mantener limpios los espacios que habitamos, especialmente el hogar, y conocer las formas más efectivas de prevenir su acumulación.
Según el Estudio Global del Polvo de Dyson, realizado a más de 30,000 personas de 39 países, se ha comprobado que, con el tiempo, los hábitos de limpieza están decayendo y cada vez somos menos disciplinados a la hora de cumplir los horarios de aseo habituales. Solo el 41% de las personas afirma tener un programa de regular, lo cual es un 15% menos que el año pasado.
¿Qué tipos de polvo existen?
A pesar de que no todos los tipos de polvo se encuentran en el hogar y no es común distinguir el origen y la composición específica de estos, conocer las diferentes clases de polvo y de dónde provienen es fundamental para identificar cuáles representan un mayor riesgo para la salud y cómo manejarlos de manera adecuada para evitar cualquier complicación.
- Polvos tóxicos: Se producen generalmente cuando se trabaja con sustancias que tóxicas, como plomo, mercurio, cromo, fentanilo y sus análogos; nocivos e inflamables. Si se inhalan, pueden dañar los pulmones o pasar al flujo sanguíneo y extenderse por todo el cuerpo.
- Polvo en las obras: Los trabajos de construcción como el lijado, el corte, el taladrado y la demolición, generan un polvo peligroso que puede afectar a la salud. Este no suele encontrarse en el hogar, pero si se vive cerca de una construcción, es probable que las micropartículas ingresen a la casa a través de las ventanas.
- Polvo doméstico: El polvo de casa es la principal fuente de alérgenos del interior de las viviendas, y es un ecosistema complejo compuesto por una mezcla de materia inorgánica y orgánica, que incluye escamas de piel humana, fibras, esporas de hongos, bacterias, virus, pólenes, insectos, derivados dérmicos de animales, restos de alimentos, plantas de interior y ácaros y heces de ácaros.
El mismo estudio de Dyson indica que otro elemento presente dentro de la suciedad del hogar es el pelo de las mascotas. Este es un problema visible que también puede introducir alérgenos y bacterias invisibles en la casa. Este estudio también reveló que 3 de cada 4 personas desconocían que las mascotas pueden transportar polen y casi la mitad no sabía que las bacterias pueden residir en el pelo de las mascotas.
¿Qué daños pueden provocar el polvo?
La exposición al polvo puede tener efectos negativos en la salud, que varían según la cantidad y el tipo micropartículas presentes en el ambiente. Puede causar irritación en los pulmones, alergias, tos, asma y catarro. Para las personas con enfermedades respiratorias preexistentes como el asma, la inhalación de polvo puede desencadenar ataques severos y dificultades para respirar. A largo plazo, la exposición continua puede provocar problemas respiratorios crónicos y afectar la función pulmonar, especialmente en individuos más sensibles al polvo.
Además, en casos más graves, la inhalación prolongada de ciertos tipos de polvo puede derivar en enfermedades pulmonares serias como neumoconiosis benigna, neumoconiosis y neumonitis, y la exposición continua a ciertos componentes tóxicos presentes en el polvo, pueden aumentar el riesgo de desarrollar mesotelioma pleural, un tipo de cáncer pulmonar.
Alergias
El polvo doméstico es la principal fuente de alérgenos en el hogar, lo que puede afectar la salud de quienes lo habitan. De hecho, el Estudio del Polvo de Dyson revela que en el 53 % de los hogares a nivel mundial hay al menos una persona que sufre de alergias. A pesar de esto, muchas personas desconocen los riesgos asociados: solo el 33 % de los encuestados sabe que el polen puede acumularse en el polvo del hogar, y apenas el 32 % está al tanto de la presencia de heces de ácaros, dos de los alérgenos más comunes que pueden pasar desapercibidos en el día a día.
¿Qué hacer para evitar el polvo en el hogar?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasamos hasta el 90% de nuestro tiempo en interiores, lo que hace que mantener un ambiente libre de polvo sea fundamental para nuestro bienestar. La acumulación de polvo no siempre es visible, por lo que es importante adoptar hábitos de limpieza preventiva, más allá de la suciedad. Sin embargo, el estudio de Dyson indica que el 60% de las personas admite que solo se siente motivado a limpiar cuando ve polvo o suciedad.
El polvo puede acumularse en lugares inesperados, como esquinas, rodapiés, marcos de fotos y ventanas, la parte superior de las lámparas, estanterías e incluso detrás de los armarios. Para evitarlo, es clave realizar una limpieza regular que contribuya a un entorno más saludable y mejore la calidad del aire en el hogar. “La mayoría de las partículas de polvo doméstico, incluidos los virus, las bacterias y las heces de los ácaros, tienen un tamaño microscópico, por lo que es importante limpiar con regularidad, incluso en ausencia de polvo y suciedad visibles”, afirmó Monica Stuckzen, investigadora científica de microbilogía en Dyson.
¿Cómo limpiar el hogar de forma efectiva para eliminar el polvo?
- Lava telas y tapicería con frecuencia: El polvo y los ácaros se adhieren a la ropa de cama, mantas, cortinas y tapizados. Lávalos regularmente y utiliza accesorios de aspiradora para limpiar colchones, sofás y otras superficies textiles.
- Aspira de forma regular y consciente: No te limites al suelo; pasa la aspiradora lentamente sobre alfombras, moquetas, tapicería, techos y paredes. Usa accesorios específicos para zonas altas y persianas, y sacude las alfombras al aire libre antes de aspirarlas para eliminar la suciedad extra.
- Limpia superficies con el método adecuado: Antes de usar un paño húmedo, aspira las superficies para eliminar el polvo más fino, incluidos los ácaros. Luego, friega el suelo y pasa un paño de microfibra húmedo, que ayuda a atrapar el polvo restante.
- Cuida la higiene de tus mascotas: Cepilla y baña regularmente a tus mascotas para reducir la cantidad de pelo y caspa que se acumula en el hogar. En el caso de los gatos, mantén la bandeja de arena cubierta para disminuir el polvo.
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