Especialistas de la salud en Colombia y el mundo afirman que el COVID-19 debería seguir siendo un tema de preocupación nacional y más aún con el anuncio de la llegada a la región de la nueva variante del virus, Eris o EG.5, parte de la familia Ómicron del SARS-CoV-2. Además de esto, representantes del Gobierno Nacional han manifestado en los últimos días su preocupación con la situación actual del país frente a la disponibilidad de vacunas actualizadas contra el componente Ómicron para la población.
“Actualmente en Colombia el 15% de la población aún no ha recibido ninguna dosis de vacuna frente al COVID-19 y muchas de estas personas tienen un alto riesgo de enfermarse gravemente debido a comorbilidades como hipertensión, diabetes o enfermedades que disminuyen la respuesta inmunológica como cánceres o enfermedades autoinmunes. En estos momentos, la mejor medida de prevención es la vacuna y completar todos los esquemas. Además, ante cualquier síntoma respiratorio hacer uso correcto del tapabocas y aislarnos como medida preventiva y de cuidado con la sociedad”; afirma el doctor Javier Arango, presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Interna.
En línea con esto, El Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos) autorizó el uso de emergencia en Colombia de la vacuna actualizada contra el componente Ómicron contra el virus SARS-CoV-2 (COVID-19) de Moderna, mediante una resolución firmada y anunciada el pasado 6 de julio. Sin embargo, a la fecha no se han aplicado dosis de esta vacuna actualizada.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) también se pronunció y aseguro que, a nivel mundial, en los últimos 28 días (del 17 de julio al 13 de agosto de 2023) se notificaron más de 1,4 millones de casos nuevos de COVID-19 y más de 2.300 muertes, lo que supone un aumento del 63% en los casos nuevos con respecto a los 28 días anteriores.
“El COVID-19 aún debe preocupar a la población pues existen grupos de riesgo que son más sensibles a la infección. Es importante recalcar que la estrategia de prevención más efectiva es la vacunación”, asegura la Dra. Sonia Restrepo, presidente de la Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica.
Países de la región como Perú, Argentina, Chile y Brasil ya iniciaron un plan de acción con la disponibilidad y aplicación de la vacuna actualizada contra el componente Ómicron como respuesta frente a la llegada de estas nuevas variantes. El ministro de Salud de Perú, César Vásquez Sánchez, declaró ante los medios de comunicación peruanos que, “Hemos decidido no usar la vacuna monovalente (vacuna que se usó primero en la pandemia). Esta semana vamos a emitir la resolución respectiva para que se use solo la vacuna actualizada contra el componente Ómicron a nivel nacional. La disposición del Gobierno es dar la mejor protección a los peruanos”.
Las vacunas actualizadas contra el componente Ómicron de COVID-19 incluyen un componente de la cepa del virus original para brindar una amplia protección contra el COVID-19 y un componente de la variante ómicron para brindar una mejor protección contra el COVID-19 causada por la variante ómicron. Las vacunas contra el COVID-19 pueden ayudar a protegerlo de enfermarse gravemente, ser hospitalizado y de la muerte a causa del COVID-19. [5] Desde finales de agosto, la OPS advirtió de una variante más reciente. BA.2.86, conocida como Pirola, que empezó a circular en Europa, Israel y Estados Unidos y que está en vigilancia debido a unas mutaciones en una de las principales estructuras del virus. El virus ha evolucionado, lo que se demuestra con las nuevas variantes que circulan. Es lógico pensar que las vacunas también deben evolucionar y la vacuna actualizada contra el componente Ómicron es una muestra de ello.
