¿Cómo optimizar la organización de la nevera para prolongar la frescura de los alimentos?

Mantener una correcta organización en la nevera es esencial no solo para mantener el orden, sino también para maximizar la conservación de los alimentos, reducir el consumo de energía y garantizar el buen funcionamiento del electrodoméstico. Así lo destaca mabe, la multinacional mexicana especializada en electrodomésticos, que explica cómo una adecuada distribución puede evitar el deterioro de los productos y prevenir riesgos para la salud.

La clave está en aprovechar las distintas zonas de temperatura del refrigerador. Cada área está diseñada para conservar ciertos tipos de alimentos de manera más eficiente. Por ejemplo, la parte baja, que es la más fría, es ideal para almacenar carnes crudas y pescados, mientras que los productos listos para consumir, como embutidos y lácteos, deben ir en la parte superior. Las frutas y verduras deben ser almacenadas en los cajones, y los productos menos perecederos, como bebidas y condimentos, en la puerta.

“Una distribución adecuada no solo facilita la conservación, sino que también optimiza la circulación del aire frío dentro del refrigerador”, explica Juan Zavala Steta, gerente general de mabe Colombia. “Cuando la nevera está sobrecargada, el aire no circula correctamente, lo que puede afectar la frescura de los alimentos y aumentar el consumo de energía”.

Uno de los errores más comunes es la mezcla de alimentos crudos con cocidos, lo que puede generar contaminación cruzada y acelerar el deterioro de los productos. Además, es fundamental revisar las fechas de vencimiento de los productos, evitar dejar alimentos sin tapar y no sobrecargar el electrodoméstico.

Para aquellos que buscan una mayor eficiencia, mabe recomienda sus modelos No Frost equipados con la tecnología Total Fresh Flow. Este sistema distribuye el aire de manera uniforme dentro del refrigerador, asegurando que la temperatura se mantenga constante y prolongando la frescura de los alimentos.

Así, una correcta organización de la nevera no solo contribuye a la preservación de los alimentos, sino que también mejora la eficiencia energética, reduce el desperdicio y facilita el acceso a los productos de forma más ordenada.