A la hora de realizar inversiones en criptomonedas, es importante conocer el mercado y los inversionistas, pero también es clave tener en cuenta aspectos relevantes como los riesgos del mercado y cuáles son los tipos de criptomonedas que existen en el mercado, con el fin de proteger al máximo las inversiones.
Estos aspectos son destacados en el informe de OBS Business School, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, red internacional de educación superior del Grupo Planeta, “Criptomonedas y Blockchain 2023”, elaborado Eduard Garcia Rosicart, profesor de la escuela y CEO de Metaverse-News. El informe describe las principales criptomonedas en este año 2023 y los pasos necesarios para lograr la máxima rentabilidad con el menor riesgo.
El perfil del inversor
2022 significó para el mercado de las criptomonedas una de sus peores crisis y aún en 2023 se mantiene cierta agitación e incertidumbre sobre el futuro de estos activos. Sin embargo, algunas monedas ya han comenzado a dar lentos signos de recuperación. El alto riesgo que conllevan las criptomonedas por su altísima volatilidad ha llevado a algunos inversores a enormes pérdidas en los últimos meses. Pero ¿cómo es la persona dispuesta a invertir en algo tan arriesgado? El perfil del inversor en criptomonedas es una persona que hace habitualmente un uso intensivo de las redes sociales y las tecnologías de la información, tiene estudios universitarios y suele dedicar un 5% de su capital en este tipo de activos. Un 9% de los inversores en criptomoneda lo hace de forma regular, un 23% invierte en caídas de valor, el 26% lo hace cuando tiene disponibilidad y el 41% restante invirtió en el pasado y considera la criptomoneda su inversión a largo plazo. Además, la mayoría (66,3%) es consciente del riesgo de estos activos. Pero no solo la volatilidad es mucho mayor que la de los activos tradicionales: una regulación todavía desordenada, la falta de liquidez de algunas criptomonedas, el riesgo de hacking y la casi imposibilidad de recuperar el activo si se pierden las claves hace que muchos inversores huyan de las criptomonedas. Y a ello hay que sumar el marketing engañoso que está proliferando por las redes, muchas veces usando como imagen a personajes famosos.
Riesgos de las criptomonedas
A la vez que evolucionan las criptomonedas avanzan también las estafas. Algunas de las más habituales son los llamados Scams, esquemas fraudulentos para lograr que se invierta en criptomonedas que no existen o no tienen valor real. Estos esquemas pueden tomar varias formas, por ejemplo, simulando sitios web falsos que se hacen pasar por legítimos. Estos sitios suelen pedir a los usuarios que depositen fondos en una dirección específica para comprar una criptomoneda o para participar en un ICO. Una vez que los usuarios depositan fondos, el sitio web desaparece y los fondos depositados se pierden. Otra forma de estafar es a través de las estafas Ponzi, en las que una empresa o individuo promete un alto rendimiento a corto plazo. Sin embargo, en lugar de invertir los fondos en un negocio legítimo, el estafador utiliza los fondos de los nuevos inversores para pagar las ganancias de los inversores anteriores. Estos esquemas suelen caer tarde o temprano, dejando a muchos inversores sin su dinero.
Pero el mayor riesgo de la criptomoneda es la falta de respaldo de organismos oficiales. De hecho, la CNMV no la considera un producto financiero y ha emitido varios comunicados señalando que la entidad no supervisa estos activos. Sin embargo, esto no significa que las criptomonedas estén completamente libres de regulación en España. De hecho, las operaciones con criptomonedas pueden estar sujetas a impuestos sobre la renta o a regulaciones anti-lavado de dinero.
Aun conociendo los riesgos de este activo, hay inversores que deciden comprar criptomonedas, y que deberá tener ciertas precauciones: primero, no fiarse de cualquier recomendación sino solo de las que provienen de expertos. En este sentido el informe recomienda algunos “cripto-influencers”, líderes de pensamiento criptográfico con un gran conocimiento y experiencia en el mundo de las criptomonedas que utilizan sus plataformas para proporcionar información valiosa. Los más importantes son: Vitalik Buterin, Roger Ver, Andreas M. Antonopoulos, Tim Draper, Charlie Lee, Anthony Pompliano, Erik Voorhees, Tone Vays, John McAfee, Ivan on Tech, CryptoBrekkie, Dan Held, Layah Heilpern, Kenn Bosak y Ben Horowitz, entre otros. En segundo lugar, tener en cuenta que cada criptomoneda tiene objetivos y características diferentes y por tanto debe seleccionar la que mejor se ajuste a sus intereses. Y en tercer lugar, seleccionar la mejor vía para hacer la compra. Las criptomonedas se compran y venden a través de plataformas de intercambio e inversión que, en general, son de dos tipos: el exchange y el broker. El primero es una plataforma con herramientas avanzadas que reúne a compradores y vendedores para realizar intercambios de sus activos. El bróker es una plataforma de menor complejidad en la que son las mismas compañías las que realizan los intercambios de criptomonedas, por lo que el proceso se hace más fácil para el usuario, aunque sus tarifas son más altas. “Antes de escoger una de estas opciones, el inversor debe investigar la seguridad de la plataforma escogida, el volumen de negociación, sus tarifas, los requisitos mínimos de inversión y los tipos de criptomonedas disponibles en dicha plataforma”, indica García Rosicart.
Tipos de criptomonedas
En este año 2023 las principales criptomonedas son: Bitcoin, que hasta el momento ha sido la de mayor importancia y valor y que, aunque ha estado marcada por profundas fluctuaciones (no se sabe si será posible que vuelva a tocar los $19,000 después del colapso de FTX que derribó el mercado criptográfico), hay esperanzas de que el precio continúe aumentando con datos positivos. Ethereum, la segunda criptomoneda con más relevancia en el mercado criptográfico que, si bien durante 2022 sufrió una fuerte caída después de haber alcanzado un precio histórico durante el 2021, a principios de 2023 ha mostrado una lenta recuperación. Tether, cuyo precio está sujeto a 1 dólar por moneda, es decir, se trata de una stablecoin (las monedas estables están vinculadas al valor de un activo específico) pero de la que algunas personas muestran desconfianza porque temen que no esté respaldada de forma segura por dólares en reserva, sino que utilice una forma a corto plazo de deuda no garantizada. BNB, una criptomoneda emitida por Binance, el exchange de criptomonedas más importante del mundo, que se puede utilizar para realizar compras de bienes y servicios y para otro tipo de pagos. USD, stablecoin vinculada al dólar cuyos fundadores afirman que está respaldada por activos reservados que se mantienen en cuentas con instituciones estadounidense reguladas. XRP, conocida antes como Ripple, que ofrece una forma de pagar en diferentes monedas del mundo real, y que puede llegar a ser útil en transacciones transfronterizas. Binance USD, otra stablecoin vinculada al dólar que se ejecuta mediante la blockchain de Ethereum y está regulada por el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York. Cardano, que se ha ido recuperando en lo que va de año con una subida cercana al 33%. Dogecoin, creada en 2013 como parte de una broma al integrar dos tendencias de ese momento: el Bitcoin y el meme “doge”. Actualmente se puede utilizar para realizar pagos o para enviar dinero. Polygon, que se centra en ser accesible para los creadores de aplicaciones digitales y hoy en día es una solución de escalada en el mercado de las criptomonedas. Su objetivo es proporcionar a Ethereum y a otras plataformas transacciones más rápidas y menos costosas. Solana, que estaba fuertemente vinculada a FTX y se vio arrastrada por su caída, pero que ha subido lentamente en lo que va de 2023, aunque es difícil ignorar que su precio ha descendido de $259.99 en noviembre de 2021 a solo $16 en este mes de enero. Y por último, Litecoin, que busca entregar mejores velocidades de transacción con la esperanza de ser más útil como una criptomoneda centrada en pagos.
Una vez el inversor ha seleccionado y comprado la criptomoneda elegida, deberá almacenarla en un lugar seguro que suele ser, por lo general, una billetera criptográfica. El informe habla de dos tipos: la billetera fría y la billetera caliente. La primera depende de dispositivos electrónicos fuera de línea y, en general, cobra una tarifa por su uso. La segunda es un software en línea que almacena y es gratuita.
Lo importante, concluye el informe, es que el inversor entienda los riesgos de entrar al mercado criptográfico y recomienda que se informe y estudie bien el activo en el que planea invertir, de forma que cualquier decisión que tome esté sustentada.
