El concepto de la ‘generación sándwich’ ha ido cobrando cada vez más relevancia, pues hace referencia a las personas, generalmente entre los 40 y 50 años, que cuidan tanto a sus hijos como a sus padres. En Colombia, se estima que el 12 % de la población pertenece a este grupo de edad, lo que los convierte en potenciales cuidadores. Esta generación enfrenta un desafío en particular: garantizar la adherencia al tratamiento de sus padres, mientras gestionan sus propias responsabilidades y aseguran el bienestar de sus hijos.
La adherencia al tratamiento es el cumplimiento riguroso de las indicaciones médicas y es fundamental para asegurar la efectividad de las terapias y prevenir complicaciones. Cuando las personas no cumplen con las indicaciones médicas, ya sea porque olvidan tomar sus dosis, tomar los medicamentos de forma adecuada o porque interrumpen el tratamiento antes de tiempo, no solamente impactan su salud, sino también la calidad de vida de su cuidador, quien debe lidiar con una mayor carga emocional y física. Sin embargo, se estima que alrededor de la mitad de los pacientes a nivel mundial no siguen sus tratamientos de manera correcta.
“Las enfermedades no transmisibles como el cáncer, las cardiovasculares, las condiciones respiratorias crónicas y la diabetes representan la mayor amenaza para la salud en todo el mundo hoy en día, siendo responsables de tres de cada cuatro muertes a nivel mundial“, indicó Álvaro Rojas, director Médico de Abbott en Latinoamérica. “Debido a que muchas personas generalmente viven con una enfermedad no transmisible durante mucho tiempo, a menudo requieren tratamiento a largo plazo. Por esta razón, ceñirse a los tratamientos nunca ha sido más importante. Es vital que podamos encontrar formas de ayudar a las personas a tomar sus tratamientos según lo previsto“.
Una nueva iniciativa para mejorar la adherencia a los tratamientos
Existen varias razones por las cuales algunas personas tienen dificultades para seguir sus tratamientos, como preocupaciones sobre efectos secundarios, la percepción de no necesitar el medicamento y factores sociales, culturales y económicos. No obstante, es crucial que los cuidadores de la ‘generación sándwich’ garanticen que los pacientes sigan las indicaciones médicas, especialmente en los casos de enfermedades no transmisibles como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, las cuales son responsables de tres de cada cuatro muertes en el mundo.
En este contexto, han surgido diversas tecnologías y herramientas diseñadas para facilitar la labor de los cuidadores a partir de las ciencias del comportamiento, como el programa ‘a:care’ de Abbott, el cual ofrece herramientas y técnicas personalizadas para fomentar el autocuidado, la educación y el empoderamiento del usuario, con el objetivo de ayudarlo a comprender mejor su condición y adherirse de manera más efectiva a sus tratamientos. Por ejemplo, a través de la aplicación ‘My a:care’, los usuarios pueden monitorear el uso de sus medicamentos a través de un cubo que cambia de color: de verde a rojo, en función de su nivel de adherencia. La aplicación también envía mensajes de coaching que los motivan a ajustar sus hábitos cuando sea necesario.
“El programa proporciona herramientas y técnicas basadas en ciencias del comportamiento para ayudar a las personas a recibir apoyo personalizado. Así, los científicos ahora entienden mucho más sobre lo que motiva a las personas”, asegura el Dr. Rojas. “Para muchos cuidadores, este tipo de soluciones también pueden ayudar a aliviar parte de la carga relacionada con la preocupación de que sus seres queridos tomen sus medicamentos como deberían” agregó.
Finalmente, la iniciativa también incluye el Congreso a:care, uno de los principales eventos educativos a nivel mundial para profesionales de la salud, el cual celebrará su tercera edición este mes de octubre, y cuenta con el aval de 45 sociedades médicas internacionales.