Miguel Silva, quien fue el fundador y editor de la revista más importante de crónicas y reportajes de Hispanoamérica, lanzó el libro Los últimos días de Gatopardo. En este narra la azarosa aventura empresarial que vivieron desde sus inicios en revista Semana, la asociación con la revista Rolling Stone -el equipo Gatopardo editó la versión Cono Norte de la famosa revista- y los días finales de la publicación dirigida por Rafael Molano. Así mismo, el libro narra la experiencia de creación de la revista, desde la búsqueda de temas hasta la selección de los cronistas, mes a mes, para lograr la mezcla correcta que le daba el sabor ingenioso y verdaderamente hispanoamericano a Gatopardo.
Los inicios de Gatopardo se dan en 1999 con la reunión de un grupo de periodistas, diseñadores gráficos y cronistas colombianos, entre los que se encontraban Miguel Silva, Rafael Molano, Marta Orrantia, Fernando Gómez, Fernando Quiroz, Vladdo y Hernán Sansonne. La revista logró en poco tiempo tener presencia en Latinoamérica y congregar a autores de renombre así como publicar algunos entonces desconocidos, hoy muy importantes. En sus páginas aparecieron crónicas de Ernesto Sábato, Carlos Fuentes, Jon Lee Anderson, Antonio Tabucchi y Tomás Eloy Martínez, acompañadas de textos de Juan Villoro, Juan Gabriel Vásquez, Martín Caparrós, Leila Guerriero, Sergio Dhabar, Julio Villanuega Chang y centenares de nuevos cronistas que encontraron en Gatopardo un espacio para textos más profundos y más largos.
Un año después el grupo emprendió un fascinante viaje editorial y empresarial fuera de Semana, y entre 2001 y 2006 la revista ganó reconocimiento en la región, fortaleció su presencia en los principales mercados latinoamericanos y recibió premios como el Beacon Press Best, el Simón Bolívar y de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en varias ocasiones, entre otros. En 2006 la revista pasaría a manos mexicanas y terminaría su vida como proyecto hispanoamericano.
«Hace casi un cuarto de siglo, Miguel Silva tuvo una idea tan genial como arriesgada: lanzar una revista nueva latinoamericana dedicada a la crónica y los reportajes de largo aliento. Sería una mezcla entre The New Yorker y Vanity Fair. El resultado fue Gatopardo, una revista deslumbrante que circuló por el hemisferio desde Bogotá durante seis años, rompiendo los moldes para los medios en la región», dice Jon Lee Anderson, periodista estadounidense especializado en temas latinoamericanos, en el prólogo. «En este libro, Los últimos días de Gatopardo, el autor rinde un apasionante tributo a esa aventura, relatado en todas sus dimensiones, desde las decisiones editoriales hasta sus peripecias empresariales. Este libro es de lectura obligatoria para cualquiera que alguna vez haya leído y le haya gustado Gatopardo, o que sencillamente quiera leer una buena historia».
Buena parte de los cronistas y colaboradores de Gatopardo se han congregado hoy en día alrededor de Relatto (www.relatto.com), un proyecto dirigido por Rafael Molano, que ha logrado reunir en su portal a grandes narradores de Hispanoamérica, en crónica, podcast, video y fotografía.
Los últimos días de Gatopardo podrá ser encontrado en la Librería Nacional, Tornamesa, Amazon y Kindle, tanto en su versión digital como física.
Sobre Miguel Silva: (Bogotá, 1962). Es consultor y analista político. Fue fundador y editor de la revista Gatopardo y de la edición cono norte de Rolling Stone. Es autor de un libro de poemas La oscuridad no viene desarmada (Fundación Guberek, 1992), participó en la antología de poesía todeísta Todo no vale nada (Shakespeare editores,1994) y durante su paso por Gatopardo, como fundador y editor, coeditó los libros Un mundo muy raro y otras crónicas de Gatopardo (Aguilar, 2001) y Las mejores crónicas de Gatopardo (Debate, 2006). Es también coautor del libro Eight days a week (Paper friends, 2017). Columnas de opinión suyas han aparecido periódicamente en El Tiempo, El Espectador, Diners, Dinero y The Huffington Post de Los Ángeles.
Sobre Relatto: Biblioteca digital dirigida por Rafael Molano que nace como tributo a la Revista Gatopardo, al periodismo narrativo y a los grandes cronistas de América Latina.
