El futuro llegó, y con él, una transformación sin precedentes en la forma en que usamos y cargamos nuestros dispositivos. En un momento en que la sostenibilidad y la eficiencia energética son prioridades globales, tecnologías como Powerfoyle y Leo están marcando el comienzo de una era sin baterías, sin cables y con menos residuos electrónicos.
Durante años, la autonomía de los dispositivos fue sinónimo de dependencia de cables, cargadores y recambios constantes. Sin embargo, el desgaste prematuro de baterías, malos hábitos de carga y la obsolescencia programada han generado un enorme problema ambiental. Solo en 2022 se desecharon 5.300 millones de teléfonos móviles, según el Foro Internacional de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).

Powerfoyle: luz como fuente infinita
Presentado por la empresa Exeger, Powerfoyle es un tipo de celda solar capaz de transformar cualquier tipo de luz —natural o artificial— en energía útil, permitiendo que dispositivos como auriculares, controles remotos o sensores operen sin necesidad de recarga tradicional.
“La eliminación de baterías reemplazables no solo es un beneficio ecológico, también una revolución en la experiencia del usuario”, explica Angélica Escrucería, CEO de Dentsu Creative.
Además de su eficiencia, Powerfoyle se destaca por su versatilidad: puede fabricarse en múltiples texturas y materiales, desde cuero sintético hasta plásticos flexibles, lo que permite su integración estética en una amplia gama de productos electrónicos.
Leo de Liion Power: el guardián de la vida útil
Por su parte, la startup Liion Power propone una solución práctica a otro gran problema: el deterioro acelerado de las baterías. Su dispositivo Leo es un extensor de vida útil con entrada USB que regula la velocidad y el momento de carga de auriculares, celulares y otros dispositivos portátiles, evitando sobrecalentamientos y sobrecargas que degradan las baterías.
Este tipo de innovación llega en un momento clave, cuando la industria móvil apuesta por la carga rápida, una solución que paradójicamente está acelerando la obsolescencia de las baterías debido al estrés térmico.
“Quizá parezca sencillo, pero Leo y Powerfoyle están transformando la forma en que entendemos la carga. Lo que sigue es llevar este mensaje al mundo”, afirma Angélica.
Una tendencia que va más allá del hype
De acuerdo con el informe CES 2025 Rewind: Impact vs. Hype de Dentsu, la verdadera innovación ya no está solo en la Inteligencia Artificial, sino en cómo tecnologías simples y aplicadas pueden resolver problemas reales de sostenibilidad y consumo energético.
Sectores como retail, salud, entretenimiento y movilidad están listos para incorporar estos avances en su operatividad diaria, mejorando la eficiencia de sus dispositivos y contribuyendo al cuidado del planeta.
Hacia un futuro con menos residuos y más autonomía
El 2025 no solo será recordado como el año en que los dispositivos aprendieron a autosustentarse, sino como el punto de partida de una nueva era tecnológica sin carga: más práctica, ecológica y centrada en el usuario.
El reto ahora está en educar al consumidor, generar alianzas con fabricantes y posicionar esta revolución silenciosa como el nuevo estándar en sostenibilidad y diseño tecnológico.
Discussion about this post