En el marco del Día Mundial del Cuero, Cueros Vélez resalta su trayectoria de casi 40 años como referente en el diseño de moda artesanal, reafirmando su compromiso con una industria más sostenible, inclusiva y conectada con el entorno.
Desde su planta de producción en Amagá, Antioquia, la empresa combina tradición y tecnología para transformar el cuero en productos de alto valor agregado y bajo impacto ambiental. Hoy, la compañía cuenta con 230 tiendas en Colombia, 28 en el exterior, y una creciente presencia digital, incluyendo el mercado estadounidense a través de su canal de e-commerce.
Cuero: más que materia prima, una identidad
“El cuero representa nuestra esencia: un punto de encuentro entre legado, innovación y responsabilidad. Cada pieza que producimos lleva el orgullo de nuestra historia y el compromiso con el futuro”, afirma Fabrizio Fiorillo, gerente superior de mercadeo en Vélez.
La cuidadosa selección de pieles, la integración vertical de su cadena de valor y una estrategia de sostenibilidad clara, han convertido a Vélez en un modelo de moda consciente, capaz de inspirar transformación dentro y fuera del país.
Innovación sostenible desde la raíz
Desde 2016, Vélez ha implementado un modelo productivo circular que ha permitido:
- Reducir en un 40% el consumo de agua por piel procesada
- Sustituir el 80% de los solventes químicos por alternativas a base de agua
- Reutilizar el 90% de las sales de cromo trivalente en procesos de curtido
- Tratar el 100% de las aguas residuales industriales, de las cuales el 20% se recircula
- Reintegrar residuos sólidos como subproductos aprovechables
Impacto social con enfoque territorial
La operación de Amagá también genera desarrollo local: el 73% de sus colaboradores viven en el municipio y el 32% son mujeres que lideran procesos clave. Esto refuerza su apuesta por una industria más equitativa y con arraigo territorial.
“El cuero no solo se trabaja, se honra. Cada producto refleja maestría y un compromiso genuino con quienes lo crean y lo usan”, concluye Fiorillo.
Vélez sigue demostrando que tradición e innovación pueden coexistir, proyectando su esencia artesanal hacia el mundo, con una visión de sostenibilidad que transforma no solo la industria, sino las comunidades que la habitan.
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