Ni siquiera las súplicas de los familiares lograron persuadir a operarios de la empresa Electricaribe para que no cortaran el servicio de energía en una vivienda en Santa Marta, donde residía un anciano de 93 años de edad cuya vida dependía de un condensador de oxígeno conectado a la corriente.

Los funcionarios de la entidad se negaron a escuchar la justificación que entregaban los usuarios y, a pesar que se trataba de un caso especial, mantuvieron su decisión de hacer cumplir una orden de suspensión que se originó por el no pago de la facturación.
Tras el corte de la luz, el condensador de oxígeno dejó de funcionar y tal como lo advirtieron la esposa y una hija, José Miguel Dau David no pudo respirar con su propia capacidad física y apenas unas horas más tarde falleció. La historia fue dada a conocer por la familia Dau en medio de su dolor y rabia ante la posición cruel, que según su concepto asumieron los representantes de la empresa de energía y que trajo consecuencias fatales.
Luz Marina Crespo, viuda de Dau, asegura que hubo falta de humanismo y consideración y agrega que «ver morir lentamente a José me llenó de mucha impotencia». En un vídeo que publicaron en las redes sociales a manera de denuncia, se ve cómo madre e hija le explican al funcionario de la Electricaribe que no habían pagado la factura porque actualmente se encontraba en curso una reclamación que hicieron por los elevados e injustificados costos que les llegó el recibo de energía durante los meses de marzo, abril y mayo.
«Desesperada le dije: muchacho, yo tengo un pleito con Electricaribe, déjame y busco el número de radicado; entré a buscarlo y cuando regresé ya estaba en el poste cortando la luz», expresa Luz Marina.
La mujer detalla que lo único que le faltó fue arrodillarse, porque «hasta las lágrimas se me salieron mientras le explicaba que si me quitaba la luz mi esposo se me moría». Y no era una exageración de Luz Marina, adentro de la vivienda, José Miguel Dau David, enterado de lo que pasaba, sufrió un ataque de nervios y estrés que requirió la rápida intervención de su hija, quien inicialmente consiguió calmarlo. Pero las horas siguientes serían fatales para el adulto mayor, quien sufrió varios episodios de asfixia por la ausencia del aparato y requirió ser llevado de urgencias a la clínica.
Fuente :R5