En un mundo donde la salud sexual es vital para el bienestar completo de las personas, es esencial tratar este tema con sensibilidad, educación y conocimiento. A pesar de su importancia y relación con aspectos como género, orientación sexual, placer y reproducción, la sexualidad se envuelve en tabúes y desinformación. Con el fin de promover una práctica segura, reducir los índices de abuso sexual y evitar los embarazos en adolescentes, es necesario fomentar la educación sexual y empoderar a las nuevas generaciones.
De acuerdo con datos recientes, se ha observado un incremento preocupante en embarazos y casos de violencia sexual en niñas (10 a 14 años) y adolescentes (15 a 19 años). Por esta razón, expertos en salud de la Universidad Antonio Nariño presentan tres recomendaciones fundamentales para cultivar una sexualidad sana y respetuosa.
1. Educación Integral y autocuidado:
Mantener una relación saludable con uno mismo, amar y aceptar el propio cuerpo, respetar los límites personales y tomar decisiones informadas son componentes clave del autocuidado. Para entender este aspecto, se debe implementar una educación sexual precisa, basada en la evidencia y accesible para todas las edades, la cual contribuye a prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Según el Ministerio de Salud, cada hora 10 colombianos son diagnosticados con una infección de transmisión sexual (ITS) como el Virus de Papiloma Humano (VPH), sífilis, herpes y gonorrea. La población más afectada se encuentra entre los 15 y 34 años de edad.
2. Comunicación abierta y consentimiento:
El consentimiento mutuo es la base para asegurar la comodidad y el respeto de ambas partes. Expertos resaltan la importancia de discutir deseos, límites y expectativas antes de participar en cualquier actividad sexual.
En palabras de Diana Carolina Lezcano Cárdenas, docente de sexualidad y género de la Facultad de Medicina de la Universidad Antonio Nariño, «Una de las claves de una vida feliz y saludable es el disfrute de nuestra sexualidad y la toma de decisiones libres e informadas sobre nuestro cuerpo. Una sexualidad sana implica un enfoque positivo, respetuoso e informado, bajo el ejercicio y el respeto de los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, libres de toda coacción, discriminación y violencia».
3. Uso de métodos de protección:
Prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados es crucial en la salud sexual. El uso de métodos de protección, como preservativos y otros anticonceptivos, reduce significativamente los riesgos asociados con la actividad sexual.
Cifras del Instituto Nacional de Salud (INS) documentaron 4.716 casos de VIH/Sida en las primeras 12 semanas de 2023, de los cuales 3.770 corresponden a población masculina y 946 a población femenina.
El Programa de Medicina de la Universidad Antonio Nariño se ha sumado a la iniciativa del Ministerio de Educación Nacional y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para fortalecer la educación en sexualidad con un enfoque de derechos humanos y género. La implementación de Proyectos Pedagógicos de Educación para la Sexualidad busca fomentar la toma de decisiones responsables, informadas y autónomas sobre el propio cuerpo, así como relaciones pacíficas, equitativas y democráticas.