Aunque se ha especulado sobre su posible declive, las tarjetas de crédito siguen siendo protagonistas en el panorama financiero de Latinoamérica. De acuerdo con datos de PCMI, representan el 42% de los pagos en comercio electrónico, consolidándose como el método más utilizado en la región.
En Colombia, se emiten cerca de 209.000 tarjetas mensuales, con 14 millones de usuarios activos, lo que representa el 27% de la población. MasterCard lidera con un 47% del mercado, seguida por Visa (41%) y American Express (4%).
“Lejos de desaparecer, las tarjetas de crédito están evolucionando con tecnologías como pagos sin contacto, tarjetas virtuales, billeteras móviles y hasta integraciones con criptomonedas”, afirma Abdul Assal, director de desarrollo de negocios de Galileo Financial Technologies.
El auge de los pagos digitales no desplaza al plástico
La expansión de sistemas como Pix (Brasil), SPEI (México) y Bre-B (Colombia) ha impulsado la inclusión financiera, pero también ha aumentado el volumen general de transacciones electrónicas, beneficiando indirectamente a las tarjetas de crédito.
Un estudio de Payments Industry Intelligence proyecta que, aunque su cuota de mercado podría bajar del 43% al 35% entre 2024 y 2027, el volumen pasará de USD 269 mil millones a USD 365 mil millones, gracias a la adopción digital y la bancarización creciente.
Valor añadido: fidelización, personalización y datos
A diferencia de los sistemas A2A, las tarjetas permiten generar y analizar datos detallados del comportamiento del usuario, clave para ofrecer recompensas personalizadas, alertas financieras, y generar confianza de marca. Esto es esencial en el comercio electrónico transfronterizo, donde el respaldo de Visa, Mastercard o Amex puede marcar la diferencia.
Además, el concepto de “Gustanomics”, acuñado por Galileo, destaca que las tarjetas seguirán siendo relevantes si cumplen cuatro pilares: utilidad, incentivos, estatus y experiencia móvil fluida.
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