El presidente de Colombia, Gustavo Petro, visitará este viernes 17 de enero de 2025 el municipio de Tibú, en la región del Catatumbo, Norte de Santander, para abordar la creciente crisis de violencia que afecta a la zona.
La visita del mandatario se produce en un contexto de intensificación de los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC, que han dejado un saldo trágico en la región. Recientemente, una masacre en Tibú resultó en el asesinato de una pareja y su bebé de nueve meses, un hecho que ha conmocionado al país.
Además, al menos cuatro firmantes del acuerdo de paz han sido asesinados en medio de los combates entre estos grupos armados ilegales. La situación ha generado desplazamientos forzados y ha afectado gravemente la vida cotidiana de las comunidades locales.
En respuesta a estos hechos, el presidente Petro anunció la suspensión de las conversaciones de paz con el ELN, acusando al grupo de cometer crímenes de guerra en la región del Catatumbo. «El proceso de diálogo con este grupo está suspendido, el ELN no tiene voluntad de paz», declaró Petro en su cuenta de X.
La región del Catatumbo, rica en recursos naturales como petróleo y con extensos cultivos de coca, ha sido históricamente escenario de conflictos armados debido a la presencia de diversos grupos ilegales que disputan el control territorial y las rutas del narcotráfico. La reciente escalada de violencia ha generado una crisis humanitaria, con riesgos de desplazamientos masivos y afectaciones a la seguridad y bienestar de sus habitantes.
Organizaciones sociales y de derechos humanos han exigido el cese al fuego y el respeto a la población civil, haciendo un llamado al gobierno nacional para que intervenga de manera efectiva en la protección de las comunidades afectadas. La visita del presidente Petro a Tibú busca evaluar de primera mano la situación de orden público y coordinar acciones que permitan mitigar la violencia en la región.
Se espera que durante su visita, el mandatario se reúna con autoridades locales, líderes comunitarios y representantes de organismos de seguridad para diseñar estrategias que garanticen la protección de la población civil y promuevan la estabilidad en el Catatumbo. La comunidad internacional también ha manifestado su preocupación por la situación, instando al respeto de los derechos humanos y al establecimiento de mecanismos que faciliten una solución pacífica al conflicto.
La presencia del presidente en Tibú representa un compromiso del gobierno nacional para enfrentar la crisis de seguridad en el Catatumbo y buscar soluciones que permitan avanzar hacia la paz y el desarrollo sostenible de la región. Sin embargo, la complejidad del conflicto y la persistencia de actores armados ilegales plantean desafíos significativos que requerirán de esfuerzos coordinados y sostenidos por parte de las autoridades y la sociedad civil.
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