El cambio de comportamiento de los consumidores colombianos con respecto a los electrodomésticos y elementos de ayuda para el hogar ha sido evidente durante el 2020. Las máquinas de lavado de ropa y vajilla, aspiradoras robóticas, batidoras y procesadores adquirieron gran relevancia, pues el aumento de la demanda superó lo que se tenía proyectado en el consumo para este año.
Adquirir nuevos productos para el hogar, especialmente en un año de pandemia, está directamente relacionado con las necesidades que se empezaron a evidenciar en las familias. Estar el 100% del tiempo confinado en la casa, y en algunos casos sin el apoyo doméstico habitual, dejó en evidencia la dedicación que exige el cuidado del hogar, labores a las cuales las personas ya no están tan acostumbradas, sumado esto a la falta de tiempo por asumir otros roles como la tutoría académica de los hijos.
De acuerdo con un reciente informe presentado por GFK, la quinta compañía más grande de investigación de mercados, existe un aumento considerable en las ventas de aspiradoras en todo el mercado pues entre enero y noviembre del 2019 se vendieron 101.803 unidades mientras que en las mismas fechas del 2020 se vendieron 129.416 aspiradoras de todo tipo, es decir, hubo un crecimiento del 22% en las ventas. Por su parte, Casa Magna, principal distribuidor de aspiradoras robóticas en el país registró crecimientos en ventas de estos electrodomésticos de hasta el 93% en meses picos de pandemia, como abril de 2020, comparativamente al mismo periodo del año pasado.
“La distribución de tiempo entre cuidar a los hijos, trabajar y hacer las labores de la casa dejó al descubierto que la tecnología también es un aliado en el cuidado del hogar. Además, todo debe estar muy limpio para que las familias no se infecten del COVID-19, por lo que la compra de máquinas de excelente calidad, y con ahorro de consumo en agua y energía se convirtió en una necesidad para los hogares colombianos”, asegura Ana María Moreno, Gerente de Servicios de Casa Magna.
La necesidad de volver fáciles y ágiles la realización de las tareas del hogar ha hecho que los electrodomésticos, -especialmente aquellos robotizados- sean llamativos y casi obligatorios en los hogares colombianos que cuentan con el poder adquisitivo. En consumo de electrodomésticos la penetración de mercado está entre el 9% y el 11%, un aumento considerable si se considera que en el 2008 la categoría de lavaplatos eléctricos no llegaba al 1% de la población. Adicionalmente, el reporte de GFK, de octubre del 2020, demuestra que ha habido un crecimiento del 85.1% en el mercado de las aspiradoras, entre noviembre del 2017 y octubre del 2020. Según el Forecast de RADDAR Consumer Knowledge Group de octubre 2020, comparativamente con países de Latinoamérica, Colombia creció un 0.4% en el gasto en elementos del hogar. Este incremento se ha dado principalmente por la fuerza adquirida en la venta de los canales virtuales, llevando a Colombia a estar en el mismo porcentaje de consumo en la categoría que países como Ecuador y Perú, algo por debajo de Chile y México, pero por encima de Guatemala, República Dominicana y Panamá, entre otros.
Adicionalmente, el reporte entregado por la DIAN sobre el comportamiento de consumo de los colombianos durante los días sin IVA deja en evidencia que los electrodomésticos son el tercer elemento más comprado, superado sólo por productos agrícolas y prendas de vestir. Tan solo en el tercer día sin IVA se obtuvieron ganancias superiores a los 35 mil millones de pesos.
Indudablemente, la incertidumbre generada por el COVID 19, ha hecho que las prioridades de consumo se vean modificadas, y la distribución de ingresos se haga de manera diferente. Los colombianos están poniendo como una prioridad la adquisición de elementos del hogar para hacer más fáciles las tareas y vale la pena resaltar que no son solo las mujeres las que están adquiriendo estos productos.
“Es imposible determinar un género o un rango de edad para establecer un comprador de electrodomésticos. Anteriormente, compraban electrodomésticos quienes se casaban y salían a formar una nueva casa. Hoy tenemos unidades familiares de diferentes tipos, quienes viven solos, el mundo de los pet-lovers, los separados, los independientes; imposible catalogarlos en una sola”, finaliza Ana María Moreno.
