Tres días antes de que se registraran los homicidios contra los campesinos que estaban en Totumito y Vigilancia de Tibú, Norte de Santander, ya había sido presuntamente advertida esta masacre.
Wilfredo Cañizares, de la Ong Progresar junto a otros Defensores de Derechos Humanos ya habían dado una alerta temprana al Gobierno Nacional, la misma que aseguran no fue atendida a tiempo.
“Estos actos atroces cometidos por el grupo paramilitar de Los Rastrojos han sido denunciados en los últimos años por nuestra organización.
El miércoles 15 de julio (tres días antes de los asesinatos) emitimos una acción urgente llamando la atención de las autoridades nacionales.
Quedamos en espera de una respuesta inmediata que permitiera proteger la vida y derechos de la población asentada en el área rural de Cúcuta, Puerto Santander y Tibú”, dijo Cañizares.
A su vez, la atención del Gobierno colombiano sólo se centró en esta zona una vez se confirmaron los decesos. Los Defensores piden más acciones para evitar nuevas tragedias.