Anualmente en Colombia se podrían salvar 350 vidas adicionales a las que se logran tratar con éxito en la actualidad en niños menores de 15 años diagnosticados con cáncer, en la medida en que se optimice una atención integral la cual incluye además de un diagnóstico certero y oportuno, tener tratamientos completos y evaluaciones periódicas.
Así lo informa la Fundación Pohema, organización no gubernamental vallecaucana que, junto al Registro Poblacional de Cáncer de Cali de la Universidad del Valle, implementó el sistema de monitoreo continuo de resultados de cáncer infantil: VIGICANCER.
VIGICANCER estableció que de los 4.738 niños y adolescentes diagnosticados entre los años 2015 al 2019, 3.079 vidas fueron salvadas, lo que se traduce en una supervivencia de cáncer infantil a 5 años del 65%.
No obstante, el número de vidas salvadas podría ser mayor. En países de altos ingresos la supervivencia a 5 años es del 85%, 20 puntos porcentuales por encima de Colombia. “Además de evidenciar un rezago, observamos que, si optimizamos la atención y tratamientos, así como lo establecido en la Ley Jacobo, podríamos evitar 351 muertes por cáncer infantil por año”, dice el doctor Óscar Ramírez, oncohematólogo pediatra de la Clínica Imbanaco en Cali y director científico de la Fundación POHEMA.
Precisamente con motivo de la “Semana Internacional de Sensibilización y Visibilización de la Leucemia”, la Fundación POHEMA llama la atención sobre la situación de los niños y adolescentes con cáncer, puesto que los datos que se presentan corresponden solo a quienes son diagnosticados y atendidos en los centros de atención de cáncer infantil.
“La situación puede ser más desalentadora si se analizan a la luz de los pacientes estimados y no diagnosticados, ya que entre el 25-30% de niños no logran ser diagnosticados, es decir 500 niños por año, niños cuya muerte se podría prevenir”, agrega el doctor Jesús Ardila, oncohematólogo pediatra de la Clínica Imbanaco en Cali y presidente de la Fundación POHEMA.
Se debe implementar la Ley Jacobo
La Ley Jacobo (decreto 1389 de 2010), reglamentada según decreto 647 del 2022, tiene como objetivo “priorizar el flujo de recursos a los prestadores de servicios de salud de menores de edad con presunción o diagnóstico confirmado de cáncer”. Esta ley se enfoca en aportar una solución inmediata a la grave situación del cáncer infantil en Colombia buscando asegurar la continuidad financiera de las instituciones que atiendan a los niños con esta dolorosa enfermedad.
“Es por eso que hacemos un llamado a la sociedad colombiana y a las autoridades para que finalmente se implemente la Ley Jacobo. Al mismo tiempo queremos unir voluntades y poner al servicio del país la experiencia que desde el Valle del Cauca hemos desarrollado con VIGICANCER, la cual ya se ha extendido por 10 departamentos”.
VIGICANCER es un sistema de monitoreo para el diagnóstico, seguimiento y evolución del tratamiento del niño con cáncer. Es una plataforma de recolección de información en tiempo real que permite dirigir y modificar la atención del cáncer infantil a corto, mediano y largo plazo e informa sobre políticas de salud pública para el beneficio de la niñez colombiana.
VIGICANCER ha contribuido sustancialmente al desarrollo de intervenciones en salud pública en el sur occidente colombiano, que sumado a otros factores, han mejorado la supervivencia por Leucemia Linfoblástica Aguda, el cáncer más común en niños, del 64% entre el 2013 y 2015, hasta un 84 % en el período entre 2016 y 2018, es decir un aumento de 20 puntos porcentuales en el Valle del Cauca en los últimos años.
El decreto de la Ley Jacobo promulgado en junio del 2022 señala que “la atención en oncología pediátrica será integral, prioritaria y continuada, esta última en relación con que se dé sin dilaciones y demoras o barreras de cualquier tipo”. De esta manera “se avanza en los mecanismos que permiten una efectiva protección del derecho a la salud de los menores de 18 años con diagnóstico o presunción de cáncer”.