La temporada Navideña colombiana y sus festividades generan anualmente grandes desafíos por el desarrollo de prácticas nocivas fuera de la ley, su celebración en aglomeraciones y variaciones climáticas. Según el Instituto Nacional de Salud, en los primeros días de diciembre se reportaron 312 casos de personas quemadas por pólvora y un deceso. Bajo la óptica de la salud pública, las celebraciones tradicionales deben concebirse como oportunidad para fomentar prácticas sostenibles con el ambiente, preparación para proteger la salud y conciencia para prevenir riesgos.
Ante un escenario con afectaciones a la salud por el uso indiscriminado de pólvora, -incrementado por el consumo de alcohol en espacios públicos y aglomeraciones- las nociones y conocimiento de primeros auxilios son un elemento vital para mejorar la respuesta ante emergencias en esta temporada navideña que oficialmente dio inicio con el Día de Velitas, una de las fechas que históricamente ha dejado el mayor número de quemados en el país.
Sin embargo, y ante una realidad en la que los servicios de emergencias colapsan y el tráfico vehicular y desplazamientos se dificultan, es imprescindible diferenciar una urgencia de una emergencia a fin de optimizar la atención del paciente y volver más eficientes los servicios del personal de la salud. Una urgencia implica una situación que requiere atención rápida, pero generalmente no representa una amenaza inmediata para la vida o la salud; mientras que la emergencia es una situación crítica y peligrosa que demanda acción inmediata porque pone en riesgo la vida.
De acuerdo con el doctor Andrés González, coordinador académico de la academia internacional de educación continua para profesionales en la salud, AMIR, “En una emergencia con una persona con dificultad para respirar mientras acuden los servicios médicos, la prioridad será garantizar que el aire pase de manera libre y sin obstáculos a través de las vías respiratorias del afectado y para ello es vital que la población esté capacitada en primeros auxilios. Por el contrario, en una urgencia por quemaduras, por ejemplo, con una vela, se debe detener la exposición y evaluar la necesidad de acudir a un centro médico, según su gravedad.”
A fin de manejar los primeros minutos tras un accidente y para dar el correcto aviso a los servicios de emergencia, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Qué hacer en caso de quemadura
- Enfriar la quemadura: coloque la zona afectada bajo agua fría durante al menos diez minutos. Esto ayuda a reducir el dolor.
- Cubrir la quemadura: después de enfriar la quemadura, cúbrala con un paño limpio o una gasa para prevenir infecciones.
- No usar hielo ni cremas: evite aplicar hielo directamente sobre la quemadura, ya que puede empeorar la lesión y el uso de cremas puede atrapar el calor.
- Evaluar la gravedad: distinguir la cantidad de área corporal afectada, pues grandes quemaduras pueden requerir atención médica inmediata. Identificar la ubicación, teniendo en cuenta que la cara, manos, pies, genitales o articulaciones pueden ser más graves debido a la función y movilidad afectadas.
Qué hacer para apoyar a una persona con dificultad de respiración en multitudes:
- Evaluar la situación: antes de acercarse, asegúrese de que el entorno sea seguro. Llame a los servicios de emergencia si es necesario.
- Comprobar la respiración: observe si el pecho se eleva y baja. Si la persona no está respirando, bajo la orientación de un profesional por teléfono o con conocimientos de primeros auxilios, inicie la reanimación cardiopulmonar (RCP) con compresiones en el pecho.
- Desobstruir las vías respiratorias: si hay algo bloqueando las vías respiratorias, como alimentos, intente quitarlo cuidadosamente para facilitar que la persona respire.
- Solicitar ayuda: acuda a profesionales de la salud y siga las instrucciones de los servicios de emergencia.
Si bien la recomendación principal es actuar con cautela en espacios públicos y priorizar el espíritu de unidad y amor fraterno que caracteriza las festividades de fin de año, estas festividades son también un llamado y una reflexión frente a la importancia de la formación en primeros auxilios para salvar y transformar vidas con un enfoque en prevención y transmisión de conocimiento.
De acuerdo con el doctor González, “La capacitación básica en salud es crucial, no solo para los ciudadanos, sino también para los médicos. El sector educativo, con academias como AMIR, está innovando en la capacitación en microcompetencias, lo cual es funcional para los profesionales y beneficia a la sociedad al brindar personal actualizado en las mejores prácticas de emergencia. Estas formaciones, aunque no reemplazan una especialización médica completa, mejoran la calidad de la atención por su actualización basada en evidencia.”