En el marco del Día Mundial del Asma 2025, autoridades médicas y expertos en salud hacen un llamado urgente para fortalecer el diagnóstico temprano, la educación sobre la enfermedad y la adherencia al tratamiento en Colombia. A pesar de ser una enfermedad prevenible y controlable, el asma sigue siendo una de las principales causas de ausentismo escolar, laboral y de consultas de urgencias.
El panorama es preocupante: de los aproximadamente cinco millones de colombianos que podrían vivir con asma, menos de 300.000 acceden anualmente a un diagnóstico y tratamiento adecuado. Esto refleja un grave subregistro que afecta principalmente a poblaciones vulnerables.
El asma no controlada pone en riesgo la vida y eleva los costos del sistema de salud
Los síntomas más comunes —tos seca persistente, dificultad para respirar, opresión en el pecho y silbidos al exhalar— suelen confundirse con otras afecciones respiratorias, lo que dificulta el diagnóstico. En niños, además, puede confundirse con alergias o bronquitis recurrentes.
Un estudio reciente en una clínica pediátrica de cuarto nivel en Colombia reveló que el tratamiento de un episodio severo de asma puede superar los USD 2.500 si requiere UCI, mientras que una consulta básica puede costar apenas USD 38.8. Este contraste demuestra la importancia de la prevención y del control desde etapas tempranas.
Además, el impacto emocional y social en niños y adolescentes con asma severa es significativo: limitaciones para hacer deporte, interrupciones en el aprendizaje y problemas de autoestima son frecuentes entre los menores no tratados adecuadamente.
Nuevas estrategias de educación y prevención
Este año, varias entidades de salud y organizaciones médicas han lanzado campañas educativas para reconocer señales tempranas de asma, especialmente en contextos escolares. También se promueve el uso correcto de inhaladores, el seguimiento médico periódico y la adopción de estilos de vida saludables como herramientas clave.
La Dra. María Paula Ávila, gerente médica de Sanofi, destaca: “Cuando el asma está controlada, los pacientes pueden vivir sin limitaciones. El tratamiento adecuado permite realizar actividades físicas, tener una vida social activa y reducir drásticamente las visitas a urgencias”.
Recomendaciones para convivir con el asma de forma saludable
- Identificar y evitar factores desencadenantes como el polvo, el humo, los perfumes fuertes o el ejercicio sin calentamiento previo.
- Realizar chequeos médicos periódicos, especialmente si hay antecedentes familiares.
- Educar a los cuidadores y a los colegios sobre cómo actuar ante una crisis asmática.
- Seguir fielmente el tratamiento prescrito por el médico, sin suspenderlo por cuenta propia.
- Incorporar una dieta balanceada, ejercicio moderado y evitar el estrés.
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