Según la ONU, se estima que para el año 2050, los habitantes de la tierra consumirán cerca de 1600 millones de toneladas de plástico. Desde los años 50 la humanidad ha utilizado cerca de 8.3 mil millones de toneladas de plásticos en todo el mundo, solo el 9% han sido recicladas y el 45% han quedado en ecosistemas afectando la biodiversidad y la salud pública.
Para el caso de Colombia, según cifras de Green Peace, el consumo de plástico llega a 1.250.000 toneladas por año y en promedio cada colombiano en desperdicia 24 kilos de plásticos al año; el 74% de los plásticos terminan en rellenos sanitarios.
El Gobierno colombiano ha adoptado medidas decisivas para prohibir productos plásticos de un solo uso, incluyendo bolsas, utensilios desechables y envases no reutilizables. Esta prohibición busca reducir la generación de residuos plásticos y fomentar alternativas sostenibles ya que Latinoamérica y el Caribe generan cerca del 20% de la producción mundial de macro-plásticos.
Sin embargo, en un esfuerzo decidido por combatir la creciente preocupación ambiental relacionada con los plásticos en Colombia es indispensable que las industrias, al ser las principales protagonistas en el proceso de reducir la huella plástica en Colombia, se posicionen como líderes al adoptar prácticas innovadoras y sostenibles.
“Mientras en Suiza se recicla el 83% de botellas PET, en Colombia se recicla el 4% de los que se produce en plásticos, lo cual representa un gran desafío como país con el fin de crear métodos eficaces para que los plásticos puedan ser recolectados y reciclados con más facilidad”, afirmó Felipe Barros, Gerente General de Resiter Colombia.
Igualmente, desde Resiter se explican algunos puntos clave que se deben tomar en cuenta para lograr un manejo adecuado de los residuos plásticos:
Promoción de alternativas sostenibles: Incentivar la producción y el uso de alternativas sostenibles a los plásticos convencionales, como materiales biodegradables y compostables. Establecer políticas que fomenten la adopción de estas alternativas en diferentes sectores.
Fortalecimiento de la infraestructura de reciclaje: Invertir en la mejora de la infraestructura de reciclaje, incluyendo la creación de centros de reciclaje modernos y la expansión de programas de recogida selectiva. Facilitar el acceso a puntos de reciclaje para la comunidad.
Fomento de la economía circular: Impulsar la transición hacia una economía circular, donde los residuos plásticos se vean como recursos y se promueva la reutilización y el reciclaje. Establecer incentivos para las empresas que adopten prácticas de economía circular.
Colaboración con la Industria: Trabajar en colaboración con la industria para desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles. Establecer alianzas con empresas para reducir el uso de plásticos y fomentar la responsabilidad extendida del productor.
Incentivos económicos: Establecer incentivos fiscales y económicos para las empresas que adopten prácticas ambientalmente sostenibles. Esto puede incluir beneficios para las empresas que reduzcan el uso de plásticos y aumenten la proporción de materiales reciclados en sus productos.
Monitoreo y evaluación continua: Implementar sistemas efectivos de monitoreo y evaluación para medir el progreso en la gestión de residuos plásticos. Ajustar políticas y estrategias según sea necesario en función de los resultados obtenidos.
“La gestión efectiva de residuos plásticos en Colombia requiere una sólida articulación entre organizaciones, gobierno y empresas. La creación de alianzas estratégicas entre estos actores permite una sinergia que potencie los esfuerzos individuales, promoviendo un enfoque integral y sostenible para abordar el desafío del manejo de residuos plásticos en Colombia”, finalizó Barros.