Miles de personas atraviesan la selva del Darién uno de los cruces migratorios más peligrosos del planeta, rumbo a Estados Unidos, ante el desempleo, la economía deprimida, los pocos o nulos mecanismos de regularización, la xenofobia, la exigencia de visa y la crisis mundial de alimentos.
El periodo entre enero a agosto de 2022 registró el récord histórico de 102,067 personas que cruzaron el Tapón del Darién, según datos del Gobierno de Panamá. El 67% de los migrantes son de nacionalidad venezolana y el 15% son niñas y niños, algunos no acompañados.
World Vision realizó un levantamiento de información y concluyó que los migrantes enfrentan amenazas a su integridad que van desde: adquirir enfermedades infecto-contagiosas en la selva, trata por las redes de coyotes, abuso sexual y la violencia acentuada por la presencia de grupos armados ilegales y hambre y situación de calle, ante la escasez de recursos para alojamiento, alimentación e hidratación.
“Después de la misión de levantamiento de información y de acompañar al equipo en Necoclí, pude sentir la desesperanza de los migrantes y sobre todo de las niñas y niños. Tienen muchos miedos, desde caer por un barranco, el ataque de los animales de la selva y a los grupos armados ilegales. Es urgente una respuesta humanitaria inmediata en este territorio”, indicó Peter Gape, Director de la Respuesta a la Crisis Migratoria de Venezuela de World Vision.
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