Un médico visitó a los granjeros que tuvieron el ataque para ver si podía ayudarlos a combatir la gripe.
Muchos de los agricultores y sus familias habían contraído la gripe y muchos murieron.
Sin embargo, el médico se encontró con un agricultor cuya familia estaba sana y nadie en la casa contrajo la gripe.
El médico le preguntó al agricultor qué estaba haciendo que era diferente de los demás.
La esposa del granjero respondió que ella puso una cebolla sin pelar en un plato y los colocó en todas las habitaciones de su casa.
El doctor pensó que podría haber sido la cura, así que pidió una de esas cebollas.
Cuando colocó la cebolla bajo el microscopio, encontró el virus de la gripe en la cebolla.
Las cebollas obviamente absorbieron todas las bacterias y por lo tanto mantuvieron a la familia saludable.
Un dato interesante: a veces tenemos problemas estomacales, y no sabemos a qué atribuirlos. Quizá las culpables son las cebollas puesto que absorben bacterias y es por ello que son tan buenas para evitar que nos contagiemos de catarro o influenza, por eso no debemos comer una cebolla que, después de haber sido cortada, se mantuvo al aire en la cocina.
Ninguna sección de una cebolla partida debe quedarse en el plato, debe guardarse en un recipiente o en una bolsa de plástico y refrigerarse.
LOS SOBRANTES DE CEBOLLAS PUEDEN SER VENENOSOS
Durante una visita a una empresa fabricante de mayonesa en los E. U. la persona que cuenta la anécdota narra que el químico les informó que la mayonesa puede estar sin refrigeración porque el pH se dispone de tal manera que las bacterias no sobreviven al estar sin refrigerar; y luego continuó diciendo que lo que sucede en ocasiones cuando las personas llevan una ensalada de papa al día de campo y luego se enferman no tiene nada que ver con la mayonesa que usaron sino con las cebollas y las papas. Explicó que las cebollas son un gran imán para las bacterias, en especial, las cebollas crudas.
Uno nunca debe conservar una porción de cebolla partida a menos que se guarde en una bolsa zip-lock y se conserve en el refrigerador.
De hecho, ya se contaminó al partirse o rebanarse y se debe tener mucho cuidado con esos hotdogs que se compran en los juegos de futbol o de beisbol que llevan cebolla cruda.
El químico dijo que si uno cocina la cebolla sobrante durante mucho tiempo probablemente eliminará los efectos nocivos. Pero si se usan sobrantes de cebolla rebanada y se usan en un sandwich posiblemente esté uno arriesgándose a tener problemas.
Tanto las cebollas como la papa húmeda, esa que se utiliza en una ensalada de papa, van a atraer y a generar bacterias más rápido que una mayonesa comercial al descomponerse.
Atención: los perros nunca deben comer cebollas. Su estómago no puede metabolizarlas.
Recuerden que es peligroso cortar una cebolla y tratar de usarla al día siguiente si no ha sido guardada perfectamente. Si se deja al aire en la cocina durante la noche de seguro al día siguiente ya estará llena de bacterias que pueden ocasionar infecciones estomacales.
Favor de pasar esta información a tus seres queridos, conocidos y amistades.
Las cebollas contienen elementos nutricionales de gran calidad y la costumbre de comer cebolla cruda es de aplaudirse. Los que la comen tendrán siempre una circulación inmejorable, entre otros beneficios.
Pero la información contenida en este artículo debe tomarse en cuenta.
Fuente: editoriallapaz.org