Las cardiopatías congénitas son un grupo de enfermedades caracterizadas por la presencia de problemas en la estructura y funcionamiento del corazón, que de no tratarse a tiempo pueden aumentar la mortalidad infantil. La detección temprana de esta afección es fundamental para evitar complicaciones en la salud de los infantes.
En Colombia, La prevalencia de la enfermedad cardiaca es del 0,9 por cada 1.000 nacidos vivos, lo que significa que anualmente deberían intervenirse aproximadamente 5.000 niños en el país, aun cuando, según cifras de un estudio multinstitucional realizado en el país, solo 2.500 son operados.
Según el Dr. Néstor Sandoval, director de Cirugía Cardiovascular Pediátrica de la Fundación Cardioinfantil – Instituto de Cardiología, es importante realizar un diagnóstico prenatal o un screening al momento del nacimiento para determinar si el menor padece alguna de estas patologías.
“Los padres del niño no deben dejarse engañar por falsos ecofetales. Deben asegurarse que las instituciones médicas que visitan cuenten con todas las acreditaciones necesarias para realizar este tipo de exámenes”, añade Sandoval.
Si usted, o su pareja, se encuentra en estado de embarazo, es recomendable realizarse un ecofetal en caso de que:
- Uno de los padres padezca una cardiopatía congénita
- Crecimiento fetal anormal en ecografía obstétrica habitual
- Exposición al alcoholismo, padecer rubeola durante el embarazo o fiebre alta
- Condición materna de alto riesgo
“Es fundamental visitar a su médico para descarta que su bebé sufra alguna cardiopatía congénita ya que es fundamental tomar medidas de prevención al riesgo cardiovascular, para evitar o retrasar el desarrollo de estas patologías. Durante la etapa escolar es importante estar alerta a síntomas como dolor en el pecho o sensación de que el corazón late muy rápido” añade Sandoval.
El Dato
En América Latina nacen cada año 54.000 niños con cardiopatías congénitas de los cuales 41.000 requieren algún tratamiento; solo el 40% de esta población es intervenida. La situación ha generado que sociedades científicas organicen reuniones de alto impacto con el objetivo de expandir los últimos adelantos para mejorar la práctica médica que busca reducir la tasa de mortalidad, ya sea por la patología o por infecciones posteriores a una intervención quirúrgica.