La Asociación Campesina del Catatumbo (ASCAMCAT), informa que al menos un 70% de la región del Catatumbo en Norte de Santander, se encuentra aislado y altamente afectado por la ola invernal que afronta el país, los seis municipios de la región se encuentran en alerta roja. En las últimas 48 horas, se han reportado pérdidas humanas, un gran número de familias damnificadas y daños materiales incalculables, se teme el aumento en el número de víctimas y damnificados profundizando la crisis humanitaria.
Así mismo, ASCAMCAT hace un llamado a la opinión pública y a la comunidad nacional e internacional para que se solidaricen con las campesinas y campesinos del Catatumbo que han sufrido la crudeza del invierno y se encuentran amenazados por deslizamientos, avalanchas e inundaciones. Se requiere con carácter urgente el apoyo de las autoridades para que a la mayor brevedad, envíen a la zona equipos de rescate, alimentos, frazadas, camping, colchonetas, ropa, medicamentos, elementos de uso personal y agua potable.
La solicitud de ayuda humanitaria es apremiante para salvarle la vida a muchos de los habitantes de la región.
Líderes de la asociación campesina que se viven en diferentes localidades del Catatumbo, han suministrado informes de los últimos hechos ocurridos en los diferentes municipios:
Convención
En la zona rural desde el corregimiento de La Trinidad hasta el Caso Urbano de Convención hay alrededor de 50 deslizamientos, la situación más crítica se presenta en las Veredas Matainea, La Laguna, El Líbano y San Antonio, donde se ha caído la bancada. La comunidad manifiesta preocupación por el posible desbordamiento de la Quebrada El Peñón en la vereda La Abejas del Corregimiento Las Pitas, lo cual pondría en riesgo a más de 100 familias.
Igualmente, gran parte de la vía que conduce del corregimiento de la Libertad al corregimiento de Honduras, quedó sepultada por los deslizamientos, dejando aislados a los pobladores e imposibilitados para abastecerse de alimentos.
Teorama
La vía que conduce del corregimiento de San Juancito al corregimiento del Aserrío, presenta múltiples deslizamientos y caída de la bancada, las lluvias y los derrumbes rebosaron de la Quebrada La Tiradera, arrasando con casas, potreros, cultivos y fincas de la zona. El casco urbano del Aserrío se encuentra inundado y la montaña amenaza con sepultar a la población entera, generando zozobra y temor en la comunidad que se encuentra aislada, por cuenta de los derrumbes, hasta no se han podido calcular las pérdidas materiales.
La situación más crítica se presenta en la vía que conduce de El Aserrío al Corregimiento de San Pablo, donde en la vereda La Batea, una avalancha se llevó varias casas. Los campesinos informaron que en la vereda El Bejuco, una gran avalancha de lodo y piedra que se desprendió de la montaña, arrasó con casi la totalidad de su casco urbano, dejando al menos 200 personas damnificadas, quienes debieron desplazarse hacia el corregimiento de San Pablo, pero hasta ahora sólo 45 persona han logrado salir del área afectada, los demás se encuentran a la espera de recibir algún tipo de ayuda y equipos de rescate por parte de la administración municipal y la gobernación de Norte de Santander, hasta el momento no han recibido ningún tipo de comunicación o apoyo para superar esta emergencia.
En las veredas Llana Alta y Llana Baja pertenecientes al Corregimiento de San Pablo, el torrencial arrasó varias fincas, cultivos de pan coger y ganado.
En la vía del corregimiento de San Pablo hacia el Casco urbano de El Tarra, hay aproximadamente 60 derrumbes, en el corregimiento de La Cecilia una avalancha se llevó una vivienda.
En el Casco urbano de El Tarra, la fuerza de la creciente del río Tarra reventó las guayas del puente que comunica con el municipio de Tibú, por lo que se suspendió el tránsito vehicular y el transporte de pasajeros, víveres y de cualquier otro tipo de carga. Una finca contigua al puente también fue arrasada por la avalancha.
En el sitio conocido como El Cable o Puerto Catatumbo, perteneciente al corregimiento de Filo gringo, municipio de El Tarra, las crecientes de los ríos Tarra y Catatumbo, arrasaron tres viviendas, los dos puentes hamacas e incomunicaron las veredas ubicadas al margen derecho e izquierdos del río.
En las Veredas Bocas de Orú y El Diviso del Corregimiento de Filo Gringo, fueron arrasadas más de 20 hectáreas de cultivos de plátano y yuca, se llevó canoas y parte de una finca.
Tibú
En el casco urbano de la vereda Mineiros, fueron destruidas 15 viviendas por una avalancha que arrastró el río y que alcanzó el casco urbano del corregimiento de la Gabarra, inundándolo y obligando a que los habitantes se desalojaran y se dirigieran a las partes altas.
En las veredas La Vega y La Colombiana, ubicadas río abajo de la Gabarra, varia familias quedaron damnificadas y se desplazaron hacia El Cruce, en territorio venezolano, donde las autoridades venezolanas locales, les han brindado alguna ayuda humanitaria, sin embargo; aún se encuentran en condiciones de alta vulnerabilidad.
Hacarí
En zona rural del Municipio de Hacarí, se reporta el ahogamiento de una niña y un niño de de 8 años y 10 años respectivamente, quienes cayeron al río, cuando se reventó la guaya por la cual se transportaban suspendidos en el aire.
Los habitantes de la región y la Asociación Campesina del Catatumbo, hacen un llamado urgente a las autoridades locales, departamentales y nacionales, para que hagan presencia en la zona y alleguen las ayudas necesarias a centenares de familias afectadas. Igualmente, llaman a la solidaridad de la opinión pública y a los medios de comunicación, para que estén atentos a la situación e informen sobre los hechos que se vienen presentando tanto en los cascos urbanos, como en las zonas rurales que permanecen totalmente aisladas y abandonadas.