Yo quiero que en materia de legalidad también cuando hablamos de la familia nos preocupemos por esos cientos de miles de colombianos, jóvenes la gran mayoría, que están hoy en la tragedia de la drogadicción. No queremos más destrucción de la juventud y por eso hoy voy asumir el reto de sacar de los parques y de las calles de Colombia a los jíbaros, para que no sigan envenenando a la juventud. Lo tenemos que hacer tomando acciones y esas acciones implican que a los adictos hay que darles rehabilitación, que cualquier dosis debe ser decomisada y que los jíbaros deben ir a las cárceles de manera rápida y oportuna, con el apoyo de las autoridades.
Yo quiero que en materia de legalidad también asumamos esa gran tarea de replicar esa frase que dice que, si educamos bien al niño, no tenemos que castigar al adulto. Por eso, hay que revivir ese buen vínculo que hay entre la educación y la familia, que, así como la familia transmite valores, el colegio debe acompañar ese propósito y quiero ser el presidente con un gran equipo, que le devuelva al sistema educativo las cátedras de cívica y urbanidad para volver a sembrar esa buena fibra ética en el pueblo colombiano, que prevenga desde edad temprana las tentaciones de la delincuencia.
Yo quiero hoy también cuando hablamos de legalidad hablarle con mucho afecto y mucho amor a los militares, a la reserva activa y a sus familias. Ellos han dado todo por nuestro país y muchos de ellos hoy están en situaciones realmente críticas socialmente. Por eso, he asumido el compromiso de ser el presidente de Colombia que trabaje para que tengamos la Ley del Veterano y que toda Colombia les dé las gracias a esos héroes permitiéndoles mejores de acceso a bienes y servicios.
Yo quiero hoy también hablarle a los colombianos sobre la seguridad y sobre la paz. En Colombia no hay enemigos de la paz distintos a los que han pretendido por la violencia, acallar al pueblo colombiano. Por eso, tenemos que ser capaces de hablarle con claridad a Colombia: nosotros no queremos hacer trizas los acuerdos, lo que queremos es dejar claro que la Colombia de paz, es la Colombia donde la paz se encuentra con la justicia, hay verdad, hay reparación, hay cumplimiento de penas, y se resarce y se satisfacen los anhelos de las víctimas.
Por eso, hoy también digo con claridad que nosotros tenemos que ser amables, grandes y generosos con esa base guerrillera que ha hecho tránsito a la desmovilización, al desarme y la reinserción, pero tenemos que garantizar que los máximos responsables, de verdad, le cumplen al país, no reinciden, reparan las víctimas, dicen toda la verdad asumiendo responsabilidades y cumplen sus penas porque si no tenemos eso, la paz nunca va a ser duradera y ahí es donde tenemos que encontrarnos todos los colombianos, hacer esas modificaciones en un gran acuerdo por el futuro del país.
Nuestra agenda de legalidad también se encuentra con la equidad, porque nosotros tenemos que ser el país que construya verdadera justicia social y la justicia social requiere también propuestas concretas no discursos vacíos, no incitar al odio de clases, no estigmatizar a los sectores productivos. Por eso hemos recorrido cada rincón del territorio y nos hemos sentado a hablar con los campesinos de Colombia, hemos hablado con los pequeños, con los medianos y con los grandes productores, y hoy quiero, hablando de equidad, mandarle ese mensaje a la Colombia campesina. Muchos de ellos están agobiados por el gota a gota, otros están privados de tener acceso al crédito, otros no pueden sencillamente vender sus productos porque están anclados en una especie de exclusión biográfica por el mal estado de la infraestructura.
Por eso hoy, ante ustedes y de cara a la segunda vuelta, lo digo con alegría: quiero ser el presidente del renacer del campo colombiano. El presidente que despolitice todas las instituciones del sector rural, que se preocupe por tener un Banco Agrario que realmente le llegue al pequeño productor y que, además, hagamos una amnistía para sacar de las centrales de crédito a muchos campesinos que son hoy prisioneros del gota a gota.
Esa agenda rural, también está concentrada en los bienes públicos, en las vías terciarias con placa huella empleando a la acción comunitaria. Están concentradas, además, en trabajar para que haya reservorios de agua, para que tengamos distritos de riego, centros de acopio, para que tengamos bancos de maquinaria y, sobre todo, para que tengamos una relación fraterna entre el pequeño productor y la agroindustria y que motivemos como nunca antes la inversión en el campo, pero siempre con la condición de generar empleos permanentes y de calidad para derrotar la informalidad rural.
Esa agenda, esa agenda es la que necesita el campo colombiano, no la incitación al odio, no el salir con el dedo expropiador a hablar de quitarle la tierra a unos o a otros. Vamos a buscar que la política de tierras en Colombia sea equitativa, partiendo siempre del respeto por la propiedad privada, la tenencia de buena fe y el amor fraterno al campesino, y que vamos a quitarle a las mafias, a los grupos armados ilegales todos los recursos que tienen para sus actividades ilícitas y le vamos a dar al campesino colombiano un tratamiento cercano, afectuoso, vinculándolos a oportunidades tan elementales como el mejoramiento de 180 mil viviendas rurales en los próximos 4 años. Esta es la agenda social del campo colombiano.
Yo quiero hablarle a la juventud colombiana, a esos jóvenes que nos han apoyado, que han recorrido el país con nosotros y que nos han hecho hincapié en la agenda de educación.
En la agenda de educación, lo primero que necesitamos es entender que un niño con hambre no aprende, y que los programas de nutrición tienen que llegar a esa población necesitada, pero deben llegar con una premisa: no le vuelve a meter la mano a esos recursos un solo político, porque vamos a velar por la transparencia en la asignación y porque padres y madres de familia supervisen su ejecución.
Vamos a ser el gobierno que profundice la cobertura de educación preescolar, trabajando con cajas de compensación con el sector privado, con asociaciones de maestros. Vamos a impulsar la jornada única con doble alimentación y espero generalizar en Colombia ese anhelo que nos han pedido tantos jóvenes, que los bachilleres se gradúen en una mano con el título de bachiller y en la otra con el título de técnico para el empleo, para ayudar a su familia según la vocación productiva de sus regiones.
Ha llegado el momento de invitar a Colombia a que tengamos educación universitaria gratuita para los estratos uno y dos, y que vayamos ampliando esa cobertura dando educación presencial, semipresencial y virtual donde corresponda, pero seremos el gobierno que integrará esa oferta con el fortalecimiento de la universidad pública y al mismo tiempo llevando la tecnología educativa a los lugares más apartados del territorio; es así como vamos a cerrar las brechas de la desigualdad con una educación moderna y advirtiendo una cosa, queremos ayudarle a los maestros de Colombia y por eso hemos lanzado el programa “Ser profe paga”, para que los maestros tengan una adecuada remuneración, para que tengan becas de especialización.
Yo quiero que hoy les hablemos a los colombianos que están agobiados por un mal servicio de salud, a los colombianos que van a una EPS y los despachan con acetaminofén y una palmada, a los que les demoran cuatro meses para ver un especialista, a los que no tienen el medicamento cerca y tienen que acudir siempre a la tutela, hoy les digo a esos colombianos que vamos a hacer una reforma al sistema de salud para que no se le siga pagando a las EPS solamente por el número de afiliados y se les pague también por la calidad del servicio acreditado por ustedes para que saquemos de funcionamiento las de mala calidad y pensemos en un sistema solidario. |
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