Las extorsiones y amenazas de grupos armados ilegales están llevando al límite al gremio del calzado en la región, afectando empleos y producción.
Un gremio golpeado por la delincuencia
El sector del calzado en Norte de Santander atraviesa una de sus peores crisis debido a constantes extorsiones por parte de grupos armados ilegales que operan en la línea fronteriza. Durante 2024, los empresarios de este gremio han sido blanco de amenazas e intimidaciones que han afectado gravemente su actividad productiva.
El caso más reciente de violencia es solo un ejemplo de las innumerables intimidaciones que enfrentan los empresarios, lo que ha llevado a algunos a migrar hacia otras ciudades o, en el peor de los casos, cerrar sus negocios para proteger su integridad.
Pérdidas económicas y laborales
Esta situación ha ocasionado el cierre de al menos cinco empresas en los últimos meses, generando la pérdida de entre 200 y 300 empleos directos, además de más de 500 puestos de trabajo indirectos.
Los efectos no solo afectan a las familias que dependen de esta industria, sino también a la producción del sector, que podría no alcanzar las metas previstas para fin de año. Esto implicaría retrasos en la entrega de pedidos a otras regiones del país y un impacto negativo en las ventas proyectadas para miles de pares de calzado.
Llamado urgente a las autoridades
El gremio del calzado ha hecho un llamado enfático a las autoridades policiales y administrativas de Cúcuta para que actúen de manera contundente contra estas acciones criminales. «Es necesario frenar las extorsiones que están destruyendo un sector clave para la economía local», señalaron voceros del gremio.
La región enfrenta el reto de garantizar condiciones seguras para la continuidad de este sector productivo, clave en el desarrollo económico y social de Norte de Santander.