Dos mujeres fueron las primeras en graduarse como Médicas en la Universidad de Pamplona. Chirley Tatiana Villamizar Vera y Marcela Alejandra Parada Zúñiga, son la primera promoción que obtiene este título en territorio nortesantandereano y desde ya están dispuestas, con su título en la mano, a enfrentar el reto de salvar vidas.
La ceremonia de graduación se realizó en el auditorio principal de la extensión de la Universidad de Pamplona en Villa del Rosario y contó con la presencia de la Rectora, Esperanza Paredes Hernández; la Vicerrectora Académica, Myriam Edilma Gómez Filigrana; la Decana de la Faculta de Salud, Eliana Elizabeth Rivera; el Director del Programa de Medicina, Álvaro Uribe Gil; el Gerente de la IPS Unipamplona, Alfredo Julio Bernal; miembros de la comunidad médica nortesantandereana, familiares y amigos de las graduadas, medios de comunicación e invitados especiales.
Según el juramento, que tomó la Rectora de la Universidad de Pamplona, las nuevas profesionales de la salud prometieron solemnemente consagrar sus vidas al servicio de la humanidad; otorgar a sus maestros el respeto, gratitud y consideración que merecen; enseñar sus conocimientos con estricta sujeción a la verdad científica y a los más puros dictados de la ética; ejercer su profesión dignamente y a conciencia; velar solícitamente y ante todo por la salud de sus pacientes; guardar y respetar los secretos confiados; mantener incólumes, por todos los medios a su alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica; considerar como hermanos a sus colegas; hacer caso omiso de las diferencias de credos políticos y religiosos, de nacionalidad, razas, rangos sociales; velar con sumo interés y respeto por la vida humana, desde el momento de la concepción y, aún bajo amenaza y no emplear sus conocimientos médicos para contravenir las leyes humanas.
La Rectora, Esperanza Paredes Hernández, en las palabras que dirigió a los presentes afirmó que “para la Universidad de Pamplona es, en realidad un acontecimiento singular, el poder entregar a la comunidad nortesantandereana y al país, el primer fruto del esfuerzo realizado por nuestra institución, en su intención de formar profesionales en el campo de la medicina, cuya demanda actual es evidente en Colombia”
Dijo, que “mientras las reformas educativas se producen, es claro el papel que han de cumplir la salud pública y la educación, la educación superior específicamente, en la generación de nuevas prácticas de vida, que podemos nombrar como nuevas prácticas políticas en la búsqueda por una sociedad incluyente, armoniosa, productiva y potenciada con la participación de todas las personas que la conforman”.
A modo de compromiso especial, la Rectora del Alma Mater les propuso a las jóvenes galenas, retomar, como forma de pacto simbólico para un nuevo comienzo, un viejo aforismo que alude a la más noble tarea para ellas como profesionales, para que se convierta, redimensionado y actualizado, en su misión: “prevenir, todas las veces, curar, si resulta posible, aliviar otras y consolar siempre”.
Paredes Hernández finalizó su intervención diciendo a las nuevas médicas “que el Dios de sus creencias y su saber las oriente y guíe en el cumplimiento de esta misión. Muchas felicidades para ustedes y sus más cercanos, y éxitos en su futuro profesional e integral”.
La médica Chirley Tatiana Villamizar Vera en las palabras de despedida dirigidas a sus profesores, directivos de la institución que la formó, a sus familiares y amigos, agradeció por lograr el objetivo de formarse como profesional para tener la capacidad de desenvolverse de una manera adecuada en cualquier escenario, por exigente que sea. Recordó, que hace seis años, ella y Marcela, eran unas niñas inexpertas, recién egresadas de sus colegios, y que la Universidad de Pamplona las convirtió en médicas con disciplina, perseverancia y dedicadas al reto permanente de salvar vidas.
Otras voces
La Decana de la Facultad de Salud, Eliana Elizabeth Rivera, indicó en su discurso que “Chirley Tatiana y Marcela Alejandra, ya hacen parte de la historia en Norte de Santander, al constituir la primera promoción del programa de Medicina de la Universidad de Pamplona, alcanzando la meta en un camino emprendido hace poco más de 6 años, por 65 personas con un mismo propósito, hacer parte del talento humano en salud, del cuerpo médico que Colombia y la región necesitan”.
La Decana también afirmó que “graduarse como médicas, las distingue no solo por hacer parte de la primera promoción, las distingue por ser mujeres, emprendedoras, constantes, que imprimen empeño en lo que anhelan, que valoran, respetan y creen en la institución que las ha acogido como sus hijas, su casa, la Universidad de Pamplona; que ahora, como un padre o una madre, felices pero anhelantes, dejamos partir para que sigan creciendo, para que sigan haciendo historia en otros territorios de la disciplina, en otros territorios personales o en los territorios que el deseo de su corazón les vaya indicando y porque no, para que regresen siempre como en Ítaca el poema de Kavafis, regresen a contarnos y enseñarnos de esos mundos posibles que ahora se abren para ustedes”.
El director del programa de medicina, Álvaro Uribe Gil, explicó que en la actualidad 485 estudiantes se forman para ejercer la medicina y que en ese empeño se encuentran comprometidos por lo menos un centenar de docentes, desarrollando un pensum académico actualizado y acorde con las más modernas técnicas metodológicas y que los diferentes laboratorios de biología, química, microbiología, morfología y el centro de investigación y desarrollo tecnológico en simulación avanzada, se encuentran dispuestos para el trabajo de los estudiantes.
“Le podemos decir a la comunidad nortesantandereana y colombiana en general, que entregamos dos profesionales de la región, ChirleyTatiana Villamizar y Marcela Alejandra Parada, a quienes se les abre el mundo para explorarlo como médicas, que con orgullo y distinción portarán el escudo de la Universidad de Pamplona en la solapa de sus vestidos, en las diferentes partes de Colombia y el mundo; sabemos que ellas nunca serán inferiores a las exigencias y al compromiso que tendrán por delante” concluyó Uribe Gil.
La ceremonia terminó con un brindis en honor a las médicas graduadas y una intervención musical a cargo de Ensamble Vocal Hoquetus de la Universidad de Pamplona.