El desalojo se realizó debido a las constantes quejas por el aumento de la inseguridad por parte de los comerciantes y habitantes del sector.
El proceso contó con la ayuda de la Policía Nacional, personal de Veolía quienes fueron los encargados de realizar la limpieza y recoger gran cantidad de residuos que habían en la zona e integrantes de la Alcaldía de Cúcuta. Se estiman que más de cien personas habitaban el lugar, en su mayoría migrantes.