La Diócesis de Cúcuta vivió una jornada de profunda espiritualidad y comunión este miércoles santo, con la celebración del Jubileo del Obispo, los sacerdotes y diáconos, en el marco de la tradicional Misa Crismal, que tuvo lugar en la Catedral San José, corazón espiritual de la ciudad.
La solemne eucaristía fue presidida por el obispo diocesano, monseñor José Libardo Garcés Monsalve, acompañado por su presbiterio, cientos de fieles, seminaristas, religiosas y movimientos apostólicos, quienes se congregaron para renovar su compromiso pastoral en un acto de fraternidad y unidad eclesial.




Renovación de promesas sacerdotales
Durante la celebración, los sacerdotes renovaron sus promesas ministeriales, reafirmando su entrega al servicio de Dios y de su pueblo, un momento de profunda significación en el contexto de la Semana Santa, que recuerda el llamado al amor y al servicio desinteresado.
Monseñor Garcés Monsalve, en su homilía, agradeció el compromiso de los sacerdotes, destacando la importancia de vivir con fidelidad el Evangelio en medio de los desafíos actuales. “El Jubileo es una oportunidad para volver al primer amor, a la alegría de haber sido llamados por Cristo. Somos servidores de la esperanza en una sociedad que la necesita más que nunca”, afirmó.
Consagración de los santos óleos
Como es tradición, en la Misa Crismal se realizó la bendición del Santo Crisma y de los óleos de los catecúmenos y de los enfermos, que serán usados durante el año en los sacramentos del bautismo, confirmación, orden sacerdotal y unción de los enfermos en toda la diócesis. Estos aceites fueron llevados por delegaciones de las parroquias, como signo de comunión con el obispo y con toda la Iglesia diocesana.
Comunidad presente y comprometida
El evento también fue ocasión para que la comunidad orara por el ministerio del obispo, los sacerdotes mayores que celebran aniversarios significativos y por los diáconos que, con su labor, complementan la misión pastoral en las diferentes parroquias y sectores.
Los asistentes resaltaron el ambiente de recogimiento, fe y comunión eclesial vivido durante la jornada. “Fue una experiencia hermosa ver a nuestros sacerdotes unidos en torno al obispo, recordándonos que todos somos parte viva de esta Iglesia que camina y evangeliza”, comentó María Elena Durán, feligrés de la parroquia San Antonio de Padua.
Camino hacia el Triduo Pascual
La Misa Crismal marca también la preparación inmediata al Triduo Pascual, invitando a todos los católicos a vivir con fe los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La Diócesis de Cúcuta reitera su invitación a participar activamente en las celebraciones de Semana Santa y a orar por sus pastores, renovando el compromiso de construir una Iglesia viva, fraterna y en salida misionera.
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