Una familia beneficiaria de la Unidad de Restitución de Tierras del municipio de El Zulia, en Norte de Santander, se convirtió en uno de los modelos de buenas prácticas agropecuarias de la región, debido a logros obtenidos en materia de extracción y comercialización de leche, huevos y otros productos que salen de su finca.
Rafael Figueroa Rincón, Director Territorial (e) Unidad de Restitución de Tierras Territorial Norte de Santander
Profesionales del área de Proyectos Productivos de la Unidad, le hicieron entrega a Alexander Antunes Mora, representante de la familia beneficiaria de la restitución de tierras, de un diploma que certifica que su predio, denominado “La Fortuna”, cuenta con altas calidades para la siembra de pastizales para el alimento del ganado, así como estanques para la crianza de peces y la siembra de frutales, lo que les ha permitido la comercialización de los productos en el municipio.
Martha Mora Mogollón, madre de Alexander y de otros tres hermanos, fue la solicitante de la restitución de tierras en zona rural de El Zulia, luego de haber sido víctima de grupos armados al margen de la ley que la obligaron a abandonar su tierra. En 2019, cuando un juez Especializado en Restitución de Tierras profirió una sentencia a su favor, ella y su familia regresaron a La Fortuna, donde se fortalecieron como hogar y se prometieron salir adelante a través de la siembra de frutales, y la cría y venta de gallinas.
Infortunadamente, tiempo después de la sentencia, doña Martha falleció debido a su avanzada edad, por lo cual su hijo Alexander tomó las riendas del proyecto y decidió cumplir la promesa que su madre hizo cuando regresaron a su tierra, de hacer de “La Fortuna” un terruño para toda su familia y para las generaciones venideras.
El director (e) de la Territorial Norte de Santander de la URT, Rafael Figueroa, expresó que “nos enorgullece cuando nuestros beneficiarios consolidan sus proyectos productivos luego de una sentencia de restitución, como es el caso de la familia Mora Mogollón, la cual logra una apuesta productiva. Los herederos de la señora Martha lograron ser resilientes, pese a las duras pruebas que han pasado y a la muerte de su señora madre; ellos pudieron salir adelante a través de la restitución de tierras”.
Ante la vocación agrícola que ya tenían, la Unidad de Restitución de Tierras les otorgó un proyecto productivo agropecuario, el cual han fortalecido comercializando leche y queso, cumpliendo así lo que ordenó la sentencia judicial, de generar una estrategia que les garantizara ingresos económicos y sostenibilidad familiar, lo que se ha cumplido por 2 años, tiempo que la entidad acompaña a los beneficiarios en el seguimiento y éxito de la implementación de los proyectos productivos.
“Este diploma que nos entrega la Unidad de Restitución de Tierras significa mucho para nosotros, porque nos demuestra que somos una familia capaz de sacar nuestros proyectos adelante. Empezamos con poco, pero ya tenemos 200 gallinas ponedoras, de las que nos beneficiamos con la venta de huevos, tenemos el ganado, tenemos siembra de melón, patilla y plátano, y entre todos seguimos luchando para tener esta tierra hermosa como lo quería mamá”, dijo Alexander Antunes Mora, al recibir la certificación en buenas prácticas.
Actualmente, la Unidad de Restitución de Tierras ha desembolsado 2.687 millones de pesos para el otorgamiento e implementación de 80 proyectos productivos en Norte de Santander, beneficiando a igual número de familias que se siguen fortaleciendo en materia de transformación y comercialización de sus productos en fincas restituidas en la región.
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