Su propuesta es financiada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y lo hacen a través de los efectos de la Terapia Regresiva Reconstructiva (TRR) en el consumo de tabaco.
Según un artículo publicado la semana pasada en la prestigiosa revista Nature human behavior, nuestros antepasados en América fumaban tabaco desde hace unos 12.300 años. No es raro, entonces, que la costumbre americana del tabaquismo que Colón llevó a España después de su primer viaje y que se extendió por Europa, se haya convertido en una adicción que hoy afecta a más de 1.100 millones de fumadores activos. El 80% de ellos “viven en países de ingresos bajos o medios, donde es mayor la carga de morbilidad y mortalidad asociada al tabaco”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en el 2019 encontró que el 33,3% de la población entre 12 y 65 años de edad alguna vez en su vida había fumado por lo menos un cigarrillo. Cundinamarca fue el departamento que registró el mayor porcentaje, con 45,3% y Norte de Santander se ubicó por debajo de la media nacional, con un 25,4%.
El tabaco es el segundo factor de riesgo de morbilidad y discapacidad por enfermedad cardiovascular y muerte temprana. Según la OMS, mueren anualmente ocho millones de personas a nivel mundial debido a su uso y el DANE dice que de 32.000, el 0,4% de ellos, son colombianos.
El cigarrillo está relacionado con enfermedades prevenibles entre las que sobresalen el asma, el cáncer, la diabetes, las afecciones cardíacas y accidentes cardiovasculares, las enfermedades de las encías y de los dientes, incluso, la depresión y la ansiedad. Los fumadores tienen un mayor riesgo de enfermedad grave y muerte por COVID-19. Los costos médicos directos causados al sistema de salud, estimados en $4,2 billones de pesos, equivalen a un 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano.
Existen políticas gubernamentales de prevención que obligan a las tabacaleras a advertir que el cigarrillo es perjudicial para la salud y puede causar la muerte. Hasta con imágenes macabras, estampadas en las cajetillas, advierten a los fumadores sobre el peligro que representa el cigarrillo, pero analizando las cifras, estos las ignoran y continúan consumiéndolo.
La nicotina es el alcaloide principal de la planta de tabaco y como los alcaloides de otras plantas que son también adictivas como la cafeína, la teobromina y la cocaína, son la manera como la planta se defiende de los animales e insectos que podrían consumirla. Según la OMS, la nicotina “es altamente adictiva y llega rápidamente al cerebro después de la inhalación o ingestión”, pero es también muy tóxica y puede acarrear la muerte cuando se administra pura.
Esta problemática ha llamado la atención de un equipo de psicólogos de la Universidad Simón Bolívar quienes han diseñado un proyecto de investigación que utiliza la Terapia Regresiva Reconstructiva (TRR) para tratar de suprimir la adicción. El proyecto se presentó al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, en el marco de la convocatoria nacional de Jóvenes Investigadores, por los psicólogos Lorena Cárdenas Cáceres, John Anderson Cadrazco Urquijo, la psicóloga en formación Angie Natalia Salazar Gómez y su tutora, la magíster Sandra Milena Carrillo Sierra con el aporte metodológico del doctor José Valmore Bermúdez Pirela, director de Investigación de la Unisimón.
Según explicaron los psicólogos, en el mercado se consiguen productos a base de nicotina que se anuncian como métodos para combatir el tabaquismo tales como inhaladores, aerosoles nasales, pastillas y parches, todos de venta libre. En los medios se promueven, también, costosos tratamientos médicos, sin que en muchos casos tengan un efecto eficaz. La práctica muestra que “el parche de nicotina y la vareniclina resultan ser los que presentan las más bajas tasas de recaídas durante el primer mes; después de este período de tiempo, su efecto se revierte”.
“La TRR fue creada hace 41 años por el psicólogo Luis Antonio Martínez Pérez y está compuesta por técnicas que se fundamentan en la psicología humanística, la psicología transpersonal, la cognitivo conductual, el psicoanálisis, la neurobiología y la psicofisiología. El proyecto propone los protocolos para el abordaje del consumo de tabaco desde la TRR, con el fin, de evaluar la efectividad de la misma en la disminución del número de cigarrillos al día en personas consumidoras, observando el impacto que pueda tener, que, en caso de ser positivo, será un valioso aporte al sector salud”, señalaron los jóvenes.
Además, teniendo en cuenta la escasez de investigaciones sobre la TRR será un aporte científico importante a esta área del conocimiento. Entre otras expectativas, los resultados de esta terapia sumarían al cumplimiento de los retos de desarrollo regional en ciencia, tecnología e innovación (CTeI) para Norte de Santander, que tienen entre sus objetivos en el área de salud, aminorar las muertes prematuras debidas a enfermedades no transmisibles.
“Actualmente, la investigación se encuentra en fase inicial de desarrollo con una revisión sistemática, que tiene por objetivo identificar la terapia psicológica más efectiva para la disminución del consumo de tabaco; los investigadores realizan búsquedas explorando cerca de seis mil documentos científicos relacionados, los cuales, entrarán en un proceso riguroso de análisis que conllevará al cumplimiento de dicho objetivo. Así mismo, el grupo de investigación se encuentra aplicando encuestas para seleccionar la población participante en el experimento”, indicó la tutora Unisimón Sandra Milena Carrillo Sierra.