
«Vieja la Cédula», no sabemos qué genio de nuestra sabia idiosincrasia popular se inventó esta frase. Pero lo cierto es que Doña Sara Moreno la aplica con todas las de la ley. «El 9 de noviembre de este año cumplo 90 años de edad».
Y lo dice con esa mezcla de desparpajo, orgullo y humildad que sólo lo dan los años.
«Me gradué de bachiller aquí en Cúcuta en 1997, cuando tenía 66 años». Pero quién es está desconocida dama que hoy nos tiene perplejos a todos? Doña Sara Moreno es boyacence, pero hija adoptiva de Cúcuta desde hace 50 años. Como muchos colombianos, llegó a la frontera atraída por la bonanza de la economía venezolana. «En 1971 fundé el Instituto Colombo Británico y en 1973 lo comencé a administrar». Y desde ese año no se cansó de fundar hoteles, ferreterías, fábricas y sin fin de locales comerciales en la capital nortesantandereana.
Es también propietaria de una memoria prodigiosa. Sin dudar hace cuentas de su vasta descendencia. «Tengo 10 hijos, 18 nietos y 7 bisnietos y espero muchos más jajajajaja». Doña Sara no para de sorprendernos. A menos de un año de coronar sus 90 años, ya definió a qué se dedicará Apenas pase la pandemia. «Se llamará el Proyecto 90. Será un proyecto educativo enfocado a los jóvenes para capacitarlos en emprendimiento empresarial. Mis hijos ya crecieron, quiero ayudar a los jóvenes a salir adelante, que piensen como empresarios». Su fuerza espiritual es inagotable. Es una mujer que no conoce las palabras límites, peros, obstáculos ni problemas. «Nuestros inconvenientes son mentales, somos discapacitados mentalmente. Nuestros padres ni maestros nunca nos enseñaron a pensar».
Pero cuál es la clave de Doña Sara para vencer todas las adversidades y enfrentar la vida con vigor? «Hay tres secretos, creer en Dios, mentalidad positiva y nunca dejar de trabajar. Yo he apliqué esas tres reglas en mi vida y aquí me tiene, como una uva jajajajaja»
Y llega el momento culminante de la entrevista. Doña Sara acaba de convertirse en la mujer colombiana con más edad en conseguir un título universitario. Así como lo oyen. «Estaba navegando en el computador hace 5 años y vi que una universidad tenía la carrera de psicología a distancia y me matriculé. Estudié con ganas y me gradué. En pocos días me entregan el diploma de psicóloga». Y una vez obtenga su diploma, ya sabe en que lo va a utilizar. «Pues voy a ser la psicóloga de mis estudiantes. Yo con sólo ver como es el lenguaje corporal de las personas puedo detectar que fallas psicológicas tienen. Si arreglamos la cabecita de la juventud podemos cambiar el mundo».
Estamos en presencia de un ser con el don de la Fuente de la Eterna Juventud, física, mental y espiritual.
Doña Sara Moreno, la mujer de las nueve décadas. Un diploma al trabajo de toda una vida.