En un mundo en el que la salud mental continúa siendo un tema estigmatizado, es de gran importancia desmitificar la idea de que sólo los trastornos graves merecen atención psicológica. Los problemas de ansiedad, conflictos de pareja o el bajo estado de ánimo, signos que no deben pasarse por alto, pueden indicar la necesidad de consultar a un profesional, entendiendo que buscar ayuda psicológica no es una señal de debilidad; por el contrario, es un gran paso hacia el autocuidado.
De acuerdo con Aura Elisa Galindo, docente de la facultad de Psicología de la Universidad Antonio Nariño, «Normalizar las visitas al psicólogo implica entender la salud mental como un equilibrio en los distintos ámbitos de nuestra vida. Todos, en algún momento, podemos requerir herramientas para afrontar situaciones específicas. Negarse a buscar ayuda puede agravar problemas que podrían tratarse eficazmente con la orientación de un profesional».
Creer que ir al psicólogo es una consulta para “locos”, es un mito errado que afecta no solo a las personas sino también a los costos del sistema de salud. Una época ideal para normalizar estas visitas es la temporada de fin de año, pues las fiestas familiares y las emociones que generan estas fechas especiales nos pueden afectar, tanto positiva como negativamente, llevándonos a buscar ayuda cuando se necesite sin importar la gravedad de su situación.
“En la Universidad Antonio Nariño se reconoce la necesidad de atender y cuidar la salud mental, además estamos comprometidos activamente con la implementación de diversas iniciativas. El centro de atención psicológica, accesible para estudiantes y la comunidad en general, es un espacio vital para el bienestar mental y garantiza una atención integral incluso en momentos de alta demanda”, afirmó la profesora Galindo.
Desde la academia, se ha fomentado la conciencia entre los estudiantes de psicología, alentándolos a buscar terapia para mejorar sus habilidades de apoyo a futuros pacientes. Como parte de su enfoque integral, las instituciones educativas capacitan a su comunidad en primeros auxilios psicológicos, fortaleciendo la capacidad de respuesta frente a una crisis y asegurando la derivación adecuada de casos urgentes.
Algunas recomendaciones para eliminar este tabú en nuestro entorno, están relacionadas con los prejuicios y cómo evitarlos. Por ejemplo, se deben incentivar las conversaciones abiertas sobre la importancia de la salud mental con la familia, amigos y en las redes sociales. Las instituciones educativas y los medios de comunicación también desempeñan un papel importante al llevar a cabo campañas de concientización dirigidas a toda la población.
En momentos difíciles, las herramientas psicológicas nos capacitan para abordar eficazmente los desafíos de la vida. Valoramos la labor de estos profesionales, tan esenciales como cualquier médico. Si necesitas ayuda, agendar una consulta es crucial. Ir al psicólogo no significa «estar loco»; simplemente es priorizar el cuidado de nuestra mente.