Es habitual que después del fin de semana y como resultado de las actividades deportivas que se realizan, se presenten dolores musculares que afectan el desarrollo normal en el trabajo, colegio o universidad. Por lo general suelen estar relacionados con tensión, sobrecarga o lesión muscular, que puede ser causado por ejercicio, o el desarrollo de un trabajo físicamente exigente.
De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Salud y Protección Social, los dolores musculares específicamente los lumbares, están dentro de las tres causas de mayor impacto en tema de incapacidades laborales, sobrepasada solamente por el resfriado común o ´gripa´ y las molestias de las vías respiratorias altas.
Precisamente para mitigar los riesgos de sufrir esta situación, el área de Promoción y Prevención de NUEVA EPS, tiene una serie de recomendaciones para evitar que aparezca o, en caso de presentarse, para sobrellevar el episodio de la mejor manera posible.
- Cuando se presenta por sobrecarga o lesión, inicialmente se debe descansar la parte del cuerpo afectada, también puede aplicar hielo directamente dentro de las primeras 24 a 72 horas, así es posible reducir la inflamación y el dolor. Después de esto, la aplicación de calor puede ofrecer una sensación de alivio.
- Los dolores musculares producto de sobrecarga suelen responder bien a los masajes. Los ejercicios de estiramiento suaves después de un período de descanso largo también son útiles.
- El ejercicio regular puede ayudar a restaurar el tono muscular apropiado. Caminar, montar en bicicleta y nadar son buenas actividades aeróbicas que se pueden llevar a cabo de manera periódica, generando beneficios a todo nivel.
- Puede practicar ejercicios de estiramiento, tonificación y aeróbicos para disminuir el dolor. Empiece lentamente e incremente las sesiones, siempre de manera gradual. Tenga en cuenta evitar las actividades aeróbicas de alto impacto y el levantamiento de pesos cuando esté lesionado o mientras tenga dolor.
- Asegúrese de dormir bien y trate de reducir el estrés. El yoga y la meditación son excelentes formas para ayudarlo en este propósito. Si las medidas caseras no están funcionando, el médico le puede recetar medicamentos, fisioterapia, o remitirlo a una clínica especializada en dolor.