Mujeres Rurales que recuperaron sus tierras en Ocaña y Ábrego, Norte de Santander se graduaron en exigibilidad de derechos

. Las instalaciones del Centro de Convivencia de Ocaña fueron el escenario en el que 15 mujeres rurales de Ocaña y Ábrego, Norte de Santander, recibieron un reconocimiento por culminar exitosamente el proceso de formación de los Núcleos de Exigibilidad, grupos creados por la Unidad de Restitución de Tierras en los que las mujeres aprenden y se apropian de los derechos contemplados en las sentencias de restitución de tierras.

La actividad se desarrolló en el marco del Subcomité de Restitución de Tierras de Ocaña y se llevó a cabo de manera presencial y virtual. Allí, estuvieron presentes los profesionales de la Unidad de Articulación y Proyectos Productivos; el alcalde de Ocaña, Samir Casadiego; la gestora social del municipio, Magda Pallares; enlaces de la Unidad para las Víctimas y representantes del SENA. A través de plataformas virtuales participó la subdirectora general de la Unidad de Restitución, Marcela Morales, el director territorial de la Unidad en Norte de Santander, Edward Álvarez y la Dirección del Programa de Mujer Rural del Ministerio de Agricultura.

Otros participantes fueron la Universidad de Los Andes y la Cooperación Internacional Alemana GIZ, las cuales, en los encuentros virtuales previos a esta clausura, fueron de gran apoyo en el fortalecimiento social y logístico, para que las mujeres lograran exponer ante las entidades del orden nacional sus solicitudes.  

Las mujeres expresaron su satisfacción y se consideran embajadoras de un proceso exitoso de restitución y reparación integral. “Esto significa todo para mí, es excelente que nos celebren así porque nunca lo habían hecho. Las mujeres vivimos de la tierra, por eso la tierra es tan sagrada”, expresó Mireya Santana, una de las beneficiarias.  

El director territorial de la Unidad, Edward Álvarez, expresó que “se convocó al Segundo Comité de Restitución de Tierras Departamental, enfocado en revisar casos de la provincia de Ocaña, donde se graduaron un grupo de mujeres, que han pasado por un proceso de fortalecimiento individual, en clave de la exigibilidad de derechos y se socializaron los avances de articulación de la construcción de la memoria, a través del programa ‘Cuando las Ollas Suenan’, que lidera la Universidad de Los Andes”.

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