La aparición de nuevas variantes del COVID-19 que se han registrado a nivel mundial, como ómicron, que se convirtió en la variante de interés más prevalente y altamente infecciosa; llevó a la industria farmacéutica y la sociedad científica a intensificar sus esfuerzos para reformular las vacunas existentes, adaptarlas y hacer frente con mayor eficacia a esta cepa circulante, además de proporcionar protección contra la cepa original Wuhan.
Gracias a la plataforma ARNm, de la cual Moderna es pionera y líder, permitió innovar y desarrollar rápidamente refuerzos bivalentes que abordan las variantes de mayor interés. En el caso del Covid-19, las vacunas bivalentes son ideales como refuerzo porque incluyen ARNm dirigido a mutaciones específicas en la proteína de la cepa ancestral, que aparecen tanto en las variantes nuevas como en las existentes y que, al integrar múltiples virus, amplían la protección en una sola dosis.
Al incluir ARNm tanto de la cepa ancestral como de una nueva variante preocupante, además de luchar contra la variante dominante del virus, también se está ampliando teóricamente la protección contra la mayoría de las posibles variantes futuras e incluso contra aquellas para las que no se diseñaron específicamente.
De acuerdo con datos clínicos, las vacunas de refuerzo bivalentes de Moderna dirigidas contra ómicron, desencadenan una respuesta inmunológica superior en comparación con la vacuna prototipo de la misma empresa. Una noticia alentadora que demuestra que una dosis de refuerzo bivalente ofrecerá una importante protección de cara a los picos respiratorios y las nuevas variantes que se presenten durante el año.
Además, la evidencia en el mundo real destaca que la vacuna bivalente puede prevenir la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte. Por ejemplo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), explicaron que la vacuna bivalente contra el COVID-19 reduce el riesgo de hospitalización a causa del virus más del doble, en comparación con las personas vacunadas anteriormente pero que aún no han recibido la vacuna actualizada2. Incluso, se ha evidenciado que esta vacuna también reduce el riesgo de muerte a causa del COVID-19 casi tres veces en contraste con quienes no están vacunados3.
Naturalmente, la inmunidad de los vacunados disminuye con el tiempo, y es probable que después de unos meses se pierda parte de esa protección4. Por eso, las vacunas bivalentes o de segunda generación aparecen como un instrumento clave y oportuno en este período de transición de una pandemia a una enfermedad estacionaria, representando la antesala de ir hacia una anualización del calendario de vacunación contra el COVID-194.
Contexto de la vacuna bivalente en Colombia:
Mientras en Colombia se espera la llegada de vacunas bivalentes para el coronavirus en el primer semestre del año 2023, en la región latinoamericana ya hay cuatro países que las están aplicando: Brasil, Chile, Panamá, y Perú. Para acelerar la consecución de la inmunidad de rebaño y proyectarse con un plan de vacunación práctico, confiable y eficaz, Colombia se beneficiaría al adquirir las vacunas bivalentes para que los colombianos tengan acceso a la mejor vacuna disponible.