Las apuestas tienen un gran atractivo para muchos usuarios, porque más allá de las ganancias que puedan obtener, les permiten añadir un plus de emoción a sus eventos deportivos y competiciones favoritas.
Sin embargo, para tener una experiencia positiva antes de aventurarse en el apasionante mundo de los pronósticos conviene asumir una serie de recomendaciones básicas, consejos que las mejores casas de apuestas en España no escatiman a sus usuarios, a los que informan periódicamente sobre estas pautas a través de publicaciones en sus blogs que difunden por sus múltiples canales: newsletters vía email, redes sociales, etc.
A continuación, vamos a abordar cuáles serían los errores más comunes de los apostadores novatos y el modo de evitarlos.
1-Apostar con muy bajas probabilidades de éxito por unas cuotas favorables
Las cuotas ventajosas tienen un gran poder de seducción porque parecen auténticos multiplicadores exponenciales de dinero.
Así, alguien que no tenga ni mucha experiencia en pronósticos ni domine demasiado el deporte en el que está apostando se puede ver tentado por las cuotas más estratosféricas, e incluso hasta arriesgar un presupuesto desmesurado en la apuesta.
Sin embargo, hay que pensar que este tipo de cuotas no corresponden a un desliz ni a un fallo de la casa de apuestas, sino que se establecen en función de los propios vaticinios de miles de usuarios, incluyendo aquellos que tienen mucho bagaje apostando y conocen la posibilidad de que se den los resultados extremadamente singulares…
¿Significa esto que hay que huir de este tipo de cuotas? No, más bien que hay que interpretarlas de manera realista, y que si se quiere apostar a favor de que ocurra lo imprevisible, debe hacerse con una mínima parte del presupuesto, dando por hecho que se perderá, y luego ya si salta la sorpresa bienvenida sea…
2-Conflictos de la razón con el corazón
¿Eres incapaz de apostar en contra del club de tu alma pese a que vaya colista en la tabla? Entonces no es recomendable que apuestes en sus partidos, pero es que además ni siquiera que lo hagas en contra, porque ¿qué sentido tiene que una parte de ti quiera ganar una apuesta y la otra que la pierdas por el bien de tu equipo?
Si eres capaz de deslindar ambas vertientes, no hay problema en apostar en estos casos. Y valora también que hay otros muchos partidos de una competición en los que puedes hacer pronósticos sin temor a caer en ningún ‘conflicto de intereses‘.
3-Apostar en eventos de deportes o competiciones que no se dominan
Lo que tampoco cabría hacer para resolver un hipotético dilema entre la razón y el corazón es correr a apostar en competiciones que no se siguen, o directamente en deportes de los que se carece de la mínima idea.
Por mucho volumen de apuestas que condense un determinado evento o por muy atrayentes que sean sus cuotas, se debe procurar siempre pisar un terreno conocido, ya que si no, incluso más allá de que se gane o se pierda, se tiene la viscosa sensación de estar dejándose enteramente en manos del azar.
4-Hacer apuestas sin información suficiente
Muy relacionada con el punto precedente está la cuestión de realizar apuestas sin una mínima recopilación de información básica. Por ejemplo, si se trata de un partido de fútbol, habría que averiguar qué jugadores están sancionados o lesionados en ambos equipos, cuánto tiempo y descanso han tenido las dos escuadras para preparar el choque, cuál de los dos puede estar más necesitada de la victoria y por tanto más motivada.
A este respecto, resulta muy interesante consultar las opiniones de los periodistas deportivos especializados, pero también las de los propios paneles de expertos que suelen tener las distintas casas de apuestas, cuyas orientaciones habitualmente resultan bastante atinadas, que no infalibles como es lógico.
5-No delimitar un presupuesto para apuestas
Este error es el quinto y último que vamos a abordar, aunque en realidad por su importancia podría haber ido el primero de todos, ya que es clave fijar un presupuesto máximo para la realización de apuestas, y no salirse de él.
Además, la cantidad reservada ha de ser concordante con la situación económica del usuario, pero también con la lógica más elemental.
Si se hace así, siempre se recibe recompensa incluso con independencia del resultado de la apuesta, porque si se aventura una cantidad modesta, acorde con el presupuesto particular y se disfruta con mayor adrenalina, deleite y emoción de un evento deportivo, aunque luego se pierda puede quedar una sensación positiva, en sintonía con la que se obtiene al ir a comer a un restaurante, o tras pasar una buena tarde en un plan que consista en ver una película en el cine y visitar luego nuestra cafetería favorita.
Esperamos que te hayan sido de utilidad estas precauciones para evitar errores comunes en las apuestas, y que estos consejos te sirvan para que puedas tener una experiencia gratificante.
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