La historia de Milton Fabián Montenegro Montenegro, quien está bajo tratamiento médico, no era tan esperanzadora después de que en un abrir y cerrar de ojos sintió machetazos en sus manos, el pasado sábado 13 de febrero.
Pero fue llevado a quirófano y puede celebrar que recuperó su mano mutilada.
Ese sábado, el joven iba descalzo con una mochila morada en su espalda por una calle del barrio Los Naranjos, ubicado en el distrito de Aguablanca.
Fue allí donde quedó involucrado, de nuevo, en un presunto intento de hurto, esta vez a un hombre que iba en bicicleta por ese sector.
Ya había sido acusado de supuesto hurto calificado y agravado con un arma, -delitos que pueden dar de 12 a 28 años de condena-, hecho ocurrido el 25 de agosto de 2015.
Estuvo preso un año y cinco meses por orden del Juzgado Primero Municipal de Cali, pero al final no hubo claridad sobre ese proceso hasta que salió el 10 de febrero de 2017.
Esa tarde soleada del pasado sábado, cuando caminaba a pie limpio y recibió el golpe de la lámina cortante, su mano quedó abandonada en medio del pasto.
Algunos de los curiosos que se aglomeraron, sobre todo, cuando llegaron los uniformados de la Policía a recogerlo y trasladarlo en una patrulla, solo atinaron a tomar una foto con sus teléfonos celulares a la mano cortada en ese lugar.
En ese momento, la historia de Milton Fabián Montenegro no vislumbraba alguna esperanza de una rehabilitación física. Pero se pudo llevar la mano y empezó la tarea científica en la clínica Centro Médico Imbanaco.
En los casos de amputación siempre se recomienda recoger la mano o parte de brazo, ponerla en el hielo de una nevera portátil, envuelta en un paño y dentro de bolsas plásticas para conservarla.
Este joven sufrió también lesiones en la otra mano, que también recibió tratamiento.
Médicos en el Valle del Cauca ya lo han logrado desde hace más de dos décadas en la región: ‘pegar’ manos amputadas en tan solo horas después de haber sido blanco de un machetazo.
Así lo han hecho cirujanos en el Hospital Universitario del Valle (HUV), donde en 2005 le implantaron la mano izquierda a Norberto Antonio Trujillo, un quindiano de Circasia que en ese entonces tenía 18 años y quien pudo recuperar la movilidad de su extremidad encajada a los músculos y tendones del brazo, de manera exitosa y tras 10 horas de intervención.
O por qué no la historia de Carlos Alberto Rodríguez, 22 años atrás, cuando en noviembre de 1998, en el mismo HUV le pusieron la mano, tras una meticulosa y precisa conexión de 15 músculos, dos arterias, cuatro venas, tres nervios y tres huesos en el mismo HUV. Rodríguez había sido atacado en el barrio Saavedra Galindo en esa época.
Al volver a la realidad actual, Milton Fabián Montenegro tiene la posibilidad de tener sus extremidades.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali, brigadier general Juan Carlos Rodríguez, insistió como lo hizo el secretario Rojas, en que la ciudadanía no puede tomar la justicia en sus manos, y que debe confiar más en las autoridades y en el mismo sistema para no asumir acciones como en un estado islámico severo con quienes considera son ladrones.
Según la Policía, el joven Montenegro, nacido el 19 de junio de 1994, fue llevado inmediatamente a la clínica Versalles, en el norte caleño, y de allí a la Valle del Lili, porque necesitaba una atención más compleja. Pero, este joven de 26 años está en este momento bajo el cuidado de los médicos de Imbanaco.
Por ahora, la situación judicial de este hombre no es clara. Incluso, las autoridades buscan precisar si realmente se trató de un presunto intento de robo o si habría sido alguna venganza contra él.
El joven no cuenta con suficientes recursos y estuvo afiliado al Régimen Subsidiado.