En el marco del mes internacional del Dolor que se conmemora en octubre, la firma Neuroeconomix reveló que el dolor crónico en Colombia, en términos de años de vida ajustados por incapacidad, está por encima de enfermedades como diabetes, eventos cardiovasculares, accidentes de tránsito, cefalea y EPOC. Estos datos complementan los más recientes resultados de la Encuesta Nacional de Dolor ACED la cual evidenció que esta enfermedad en sí misma3 afecta a más de la mitad de la población.
En este sentido, de acuerdo con el Estudio de Carga de la Enfermedad, el dolor crónico se encuentra en el top de las 5 de las condiciones con mayor carga.4 Se debe tener en cuenta que, la carga de enfermedad es un indicador que revela el impacto de diversas afecciones en una población en términos de cantidad y calidad de vida perdida por causa de problemas en salud. Esta representa la brecha entre la salud actual y la salud ideal, libre de enfermedades e incapacidades .
Precisamente, de acuerdo con el estudio, el dolor crónico tiene un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de la población colombiana pues representa el 4.5% de la carga total de enfermedad en el país.
“Tener un estudio de carga de dolor crónico, nos proporciona una imagen detallada del impacto que tiene esta enfermedad en los pacientes, sus familiares y el sistema de salud, para que se tomen acciones que permitan destinar recursos que prioricen su atención”, agregó Pieralessandro Lasalvia, director del equipo técnico y coautor del estudio.
Por ello, según Pieralessandro, es necesario que el dolor crónico reciba la misma atención y prioridad que otras enfermedades crónicas, ya que tendría un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes.
De acuerdo con Lasalvia, “esta carga de enfermedad podría estar asociada a costos económicos significativos, ya sea por el consumo de recursos en prevención, tratamiento y rehabilitación, o por los costos asociados a la discapacidad resultante y, por ende, requiere de mayores esfuerzos por los sistemas de salud para su prevención y atención”. En este sentido la priorización en salud pública hacia el dolor crónico podría disminuir el número de licencias por enfermedad e incapacidad, generando eficiencias económicas tanto a los sistemas de salud como al sistema productivo del país.
“Las enfermedades que se encuentran entre los 10 lugares de carga de enfermedad de un país, deben ser considerados prioridades de salud pública, y las acciones e inversiones de los gobiernos deberían ir orientadas a gestionar adecuadamente esas patologías para mayor beneficio de la población.” Menciona Lasalvia.
Por otro lado, es esencial coordinar esfuerzos entre las autoridades colombianas, la comunidad académica y el sector privado, para impulsar iniciativas orientadas a reconocer el dolor crónico como una enfermedad, y fomentar la educación necesaria para su diagnóstico adecuado.
El dolor es una experiencia sensorial o emocional desagradable asociada a un daño real o potencial en un tejido, que cuando supera los tres meses se considera crónico y una enfermedad en sí misma. Esta puede afectar la salud física, psicológica y social de quienes lo padecen, por lo que los expertos recomiendan buscar ayuda profesional para que los pacientes puedan acceder a un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Desde mayo de 2019, la Organización Mundial de la Salud ha incluido patologías derivadas del dolor crónico en su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), lo que brinda oportunidades para mejorar su atención, estudio y seguimiento.
El estudio de Carga de la Enfermedad de Dolor Crónico en Colombia, del año 2022, se desarrolló por los profesionales Pieralessandro Lasalvia, Yaneth Gil Rojas y Diego Rosselli, de NeuroEconomix.