En un giro inesperado en los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y las disidencias de las FARC, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación capturó a Geovany Andrés Rojas, alias ‘Araña’, líder de los Comandos de la Frontera y miembro de la delegación negociadora. La detención se produjo en Bogotá, al término del tercer ciclo de negociaciones.
Alias ‘Araña’ es requerido por una corte del Distrito Sur de California, Estados Unidos, bajo cargos relacionados con tráfico de estupefacientes. Según la Fiscalía, en su calidad de cabecilla de los Comandos de la Frontera, Rojas estaría involucrado en el envío reciente de cocaína a territorio estadounidense. Aunque el Gobierno colombiano había suspendido temporalmente las órdenes de captura contra él en abril de 2024, dicha suspensión no aplicaba a las circulares rojas emitidas por Interpol, como la que motivó su arresto.
La captura de alias ‘Araña’ ha generado tensiones en el proceso de paz. El comisionado para la paz, Otty Patiño, presente en el lugar de la detención, expresó su preocupación, sugiriendo que esta acción podría constituir un «entrampamiento» contra el proceso de paz en desarrollo.
Geovany Andrés Rojas, oriundo de Cali pero criado en el Putumayo desde los siete años, inició su actividad delictiva en 2008 con la banda criminal Los Rastrojos. En 2010, se unió a las extintas FARC. Tras la firma del acuerdo de paz en 2016, fue designado gestor de paz, lo que le permitió salir de prisión para realizar labores sociales. Sin embargo, alegando falta de garantías de seguridad, regresó a la clandestinidad. En 2021, asumió el liderazgo de los Comandos de la Frontera, grupo que opera en los departamentos de Amazonas, Caquetá y Putumayo.
La Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, que agrupa a los Comandos de la Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, había establecido una agenda de negociación con el Gobierno enfocada en transformaciones territoriales, seguridad para las comunidades, garantías jurídicas para sus integrantes y participación política. La detención de alias ‘Araña’ pone en riesgo estos avances y plantea interrogantes sobre el futuro de las negociaciones.
El Gobierno colombiano se enfrenta ahora al desafío de equilibrar la aplicación de la justicia con el compromiso de avanzar en los diálogos de paz. La comunidad internacional y las organizaciones defensoras de derechos humanos observan de cerca el desarrollo de estos acontecimientos, conscientes de su impacto en la estabilidad y la reconciliación en Colombia.
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